La inflación sigue desacelerando: proyectan un 1,4% para julio con alimentos en baja

A menos de una semana para que finalice julio, los datos preliminares indican que los precios de alimentos y bebidas profundizan su tendencia a la baja. Según el último informe de la consultora LCG, la inflación promedio de las últimas cuatro semanas se ubicó en un 1,4%, marcando una nueva desaceleración en el índice de precios.

Durante los últimos días, incluso se registró una deflación del -0,2% en alimentos, impulsada principalmente por la caída en los precios de la carne (-1,8%), panificados (-2,2%), frutas (-0,9%), lácteos (-0,4%) y aceites (-0,1%). Estos descensos lograron neutralizar las subas en bebidas (5,5%) y verduras (0,9%).

El informe dirigido por Javier Okseniuk resalta que, “por segunda semana consecutiva, la cantidad de productos con bajas supera a los que registraron aumentos, mientras que los precios estables se mantienen constantes”. De mantenerse esta tendencia, el rubro de alimentos cerraría el mes con un alza cercana al 1,4%, por debajo de los niveles observados durante gran parte del año.

En junio, el IPC informado por el INDEC fue de 1,6%, y dentro de ese total, el rubro alimentos se destacó con apenas un 0,6%, siendo uno de los más bajos junto a indumentaria y calzado (0,5%). Esa moderación, según el Gobierno, es parte del impacto buscado por el programa económico actual.

En términos de presión inflacionaria durante el último mes, las verduras (3,8%), las bebidas (3,5%) y las carnes (1,8%) fueron los rubros con mayores subas, aunque el promedio se moderó por las caídas en panificados (-0,7%) y lácteos (-0,6%).

Con el consumo masivo todavía amesetado, leves mejoras salariales y una recuperación económica dispareja —con sectores que muestran mayor dinamismo y otros con dificultades para llegar a fin de mes—, la baja en la inflación representa un alivio político para el gobierno nacional de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre.

Desde el Ministerio de Economía sostienen que la consolidación de un IPC mensual por debajo del 2% —como en mayo y junio— fortalece la narrativa oficial y revalida los pilares de la política económica. En contraposición, abril había generado alarmas con un sorpresivo 2,8%, poniendo en duda el rumbo trazado.

Por su parte, el informe mensual de FocusEconomics —que reúne proyecciones de consultoras locales e internacionales— también prevé una continuidad en la desaceleración inflacionaria para los próximos meses, apuntalada por una política fiscal contractiva, mayor competencia en el mercado interno, apertura gradual de importaciones y caída de precios internacionales de insumos clave.

En un año electoral clave, la evolución de los precios será determinante tanto para el bolsillo de la ciudadanía como para las aspiraciones del oficialismo.

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