A través de maniobras engañosas y un supuesto comprobante de transferencia bancaria por $500.000 —que en realidad era falso— los estafadores lograron ganarse su confianza. Le hicieron realizar una serie de acciones que terminaron en el vaciamiento total de sus cuentas bancarias y, además, en la toma de créditos a su nombre.
"Me arruinaron la vida. Me sacaron mis ahorros y me endeudaron de por vida. Solo espero encontrar una solución", expresó con angustia.
Luego de radicar la correspondiente denuncia, la víctima decidió contar públicamente lo ocurrido con el objetivo de prevenir a otros vecinos y vecinas: “Por favor, presten atención. Si les llega una transferencia errónea, es mentira. No caigan. Piensen todo antes de creer”.
Este tipo de delitos está en aumento y es fundamental estar alerta ante cualquier operación sospechosa. Las autoridades recomiendan no compartir claves, tokens ni realizar operaciones por indicación de terceros que se contacten de forma virtual o telefónica.