Los estudios se enmarcan en una Campaña de Prospección Geofísica y tienen como objetivo el estudio arqueológico de las fundaciones del edificio histórico y que constituyera el ornamento central del monumento de la Plaza, como también el estudio de los cimientos de la pirámide de la Libertad, primer monumento de la ciudad, realizado por el constructor local Gerardo Guma en 1889.
El trabajo realizado durante los últimos tres días estuvo coordinado por el Licenciado Fernando Oliva , junto al Lic. Guido Scaglione y el Equipo de Geofísica Aplicada y Ambiental de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA integrado por la Dra. María Victoria Bongiovanni, la Dra. Vivian Grünhut, la Dra. Patricia Martinelli y el Dr. Matías de la Vega.
En el mediodía de ayer en conferencia de prensa la referente del Centro Salamone, Ana Ramos y el Licenciado Oliva anunciaron que como resultado de los trabajos se hallaron parte de los cimientos de lo que fuera “La Torta” así como parte de la mampostería de la misma.
“El gobierno Nacional ha dispuesto un plan especial de financiación para la restauración del conjunto de la obra de Salamone y nos ha pedido que evaluemos y avancemos en el proyecto de la reconstrucción de la plaza y de completar la obra, en ese contexto hemos solicitado a la dirección de Patrimonio el trabajo de arqueología”, explicó Ana Ramos sobre cómo se pudo avanzar en estos estudios
Por su parte Oliva comentó que estos testeos apuntan a tener una mirada desde la geofísica y desde la parte arqueológica estricta, consistiendo en sondeos exploratorios para proyectar una futura excavación.
“Encontramos parte de cimientos que creemos pueden corresponder con lo que sería la base de la construcción de Salamone y elementos arqueológicos que pertenecerían a la parte de la pirámide que en el momento de la adaptación a las nuevas construcciones fueron demolidas y quedaron enterradas en el lugar”, precisó el arqueólogo añadiendo que en cuanto a los pasos a seguir, la idea es “continuar excavando y poner en valor ésto y después se verán las acciones a seguir en cuanto a la reconstrucción.”.
A la vez una de las integrantes del grupo de trabajo explicó que las tareas realizadas fueron centradas en ”mediciones en superficie para ver que hay debajo del suelo con electrodos en el piso e inyectando corriente para detectar una imagen del subsuelo hasta casi los dos metros de profundidad” e indicando que los futuros avances incluirían excavaciones más amplias que las realizadas ahora.
“Estamos cada vez más cerca…” deslizó Ana Ramos sorprendida y feliz ante los hallazgos y la posibilidad de ver materializado el sueño de revivir parte de nuestra historia arquitectónica.