Scrocca destacó que su etapa en el Concejo estuvo marcada por “aprendizaje y compromiso”, aunque reconoció que en los primeros años atravesó momentos de soledad política: ingresó representando a una organización que —según señaló— “no brindó el acompañamiento esperado”. A pesar de ello, aseguró que todos los proyectos que impulsó surgieron de “demandas vecinales” o iniciativas personales y que, en su mayoría, “tuvieron tratamiento y aprobación”.
Entre los ejes de su trabajo mencionó las áreas de discapacidad, educación de adultos y salud, ámbitos en los que se desempeña profesionalmente como trabajadora social. Remarcó además su permanente compromiso con la causa Malvinas, impulsando acciones y proyectos para mantener vivo el reconocimiento a los excombatientes.
Consultada por el clima interno del Concejo, fue contundente: lo definió como un espacio “muy individualista”, donde muchas veces “se habla de trabajo en equipo pero no se practica”. También señaló que existen concejales que responden a intereses sectoriales: “Hay gente que levanta la mano por otra persona, no por sí misma. Es la realidad”.
Respecto del vínculo entre la institución y la comunidad, sostuvo que “falta difusión y acercamiento”. Señaló que muchos vecinos desconocen incluso la ubicación del Concejo y consideró necesario ampliar las actividades que hoy realizan los estudiantes secundarios en el Concejo Deliberativo Estudiantil para incluir a otros niveles educativos.
Sobre la interna del peronismo local, Scrocca confirmó que fue excluida de las reuniones y armados de listas recientes: “A mí me dejaron fuera. Nunca hubo una llamada y no creo participar en la elección del PJ”. Reconoció que algunas decisiones y comentarios provenientes de otros sectores le generaron un fuerte desgaste personal y emocional: “Me dolió mucho, pero no vivo de la política. Mis ideales siguen firmes”.
En el tramo final, expresó su preocupación por la situación económica y social del país. Relató su sorpresa al ver el caudal de votos que obtuvo La Libertad Avanza y consideró que las políticas actuales “están golpeando duramente a trabajadores, jubilados y personas con discapacidad”. “Un sueldo hoy no alcanza para vivir —afirmó—. Me pregunto qué queremos para nuestra vida”.
A pesar de su cierre de ciclo institucional, Scrocca aseguró que seguirá acompañando a los vecinos “desde su lugar” y que proyecta retomar su militancia el próximo año, posiblemente dentro del Movimiento María Eva, del cual forma parte.
“Estar en una banca es un privilegio, no todos tienen esa posibilidad”, sostuvo al despedirse. Y agregó: “Cada cierre trae una nueva apertura de puertas. Siempre voy a estar para la gente”.
