El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, señaló que es necesario aplicar políticas consistentes que permitan mantener una inflación baja, fortalecer la gestión monetaria y acumular colchones de reservas. Según el organismo, estas condiciones son indispensables para que la Argentina pueda volver a financiarse internacionalmente de manera segura y confiable.
Apoyo externo
El subdirector del área, Nigel Chalk —quien asumirá como director del Departamento a partir de noviembre—, destacó la cooperación del Tesoro de Estados Unidos, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). De acuerdo con el FMI, el swap de dólares con Estados Unidos contribuye a mantener activos los mercados y complementa los programas de financiamiento del organismo.
Además, el FMI celebró que la inflación anual proyectada cierre en torno al 28% y reconoció los avances del Gobierno en la flexibilización del régimen cambiario y la eliminación de restricciones para operar con divisas. También valoró las reformas orientadas a reducir la burocracia, liberar el comercio y modernizar el Estado, aunque advirtió sobre la necesidad de profundizar los cambios en los mercados laborales y en la política fiscal para disminuir la informalidad y aumentar la productividad.
En su último reporte, el organismo ajustó la proyección de crecimiento de la economía argentina a 4,5% para 2025, un punto porcentual por debajo de la estimación anterior. Aun así, destacó que las reformas estructurales y la acumulación de reservas podrían generar beneficios de mediano plazo, mejorando la apertura económica, la previsibilidad del marco regulatorio y fiscal, y simplificando los trámites administrativos.
El mensaje del FMI fue contundente: mantener la estabilidad macroeconómica y reforzar las reservas es esencial para que la Argentina recupere la confianza de los mercados internacionales y consolide un crecimiento sostenido.