El intendente Esteban Reino, presente en la obra, destacó la importancia de esta etapa: “Son trabajos que corrigen fallas históricas y que nos permitirán tener un circuito más seguro, más competitivo y preparado para recibir a las principales categorías del automovilismo nacional. Si todo sigue como está previsto, en dos meses podremos estar realizando pruebas de la ACTC”, señaló.
Un trabajo de precisión: del asfalto a la reconfiguración del trazado
Las tareas de pavimentación se concentraron en un sector clave: la recta que desemboca en la zona conocida como “la olla”. Allí, el trazado fue desplazado hacia la izquierda para evitar los hundimientos recurrentes que, durante años, complicaron el desarrollo de competencias y entrenamientos, problema que se agravó con las lluvias más recientes.
Para concretar este cambio fue necesario realizar un importante movimiento de suelo que incluyó la remoción de parte de la sierra La Barrosa. Esto permitió prevenir posibles fracturas en el paredón existente y ganar espacio para un trazado más seguro y estable.
El asfalto utilizado llegó caliente desde Mar del Plata en tres camiones y fue colocado bajo condiciones climáticas óptimas. Reino explicó que la temperatura es un factor determinante para la correcta compactación: “Menos de la temperatura de hoy sería imposible, porque el material debe mantenerse por encima de los 160 grados para lograr la calidad que exige este tipo de obras”.
Mejoras hidráulicas: una solución definitiva para la curva 1
En paralelo al asfaltado, se ejecuta una importante obra hidráulica en la curva 1. El proyecto contempla la instalación de entubamientos destinados a drenar el agua proveniente de la sierra, evitando que se acumule en la pista y afecte su transitabilidad durante varios días posteriores a lluvias intensas. Esta mejora era una de las demandas más urgentes de pilotos y equipos técnicos.
Seguridad reforzada: paredones, guardrails y ampliación de pista
La seguridad del trazado es otro de los puntos centrales de la remodelación. Actualmente se avanza con la construcción de los paredones perimetrales, restando unos 250 metros para completar el cerramiento total. Las obras se concentran en la recta principal y en la zona de “la olla”, y también se proyecta un nuevo paredón de contención antes del ingreso al puente para estabilizar un sector de relleno.
Además, se instalarán guardrails en los puntos más críticos del circuito y se ampliará el ancho de la pista en determinados sectores, mejorando las condiciones para el sobrepaso y reduciendo riesgos en maniobras de alta velocidad.
Próximas etapas y expectativas para la reapertura
Con la pavimentación de esta semana, el avance de obra alcanza aproximadamente el 90%. Los próximos pasos incluyen la finalización de trabajos en la curva 1, la definición técnica sobre la chicana y la construcción de pianos en los sectores recientemente modificados.
Estos elementos serán evaluados por pilotos y técnicos de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC), posiblemente durante el mes de septiembre. Si los plazos se cumplen, el intendente proyecta que en noviembre el circuito estará en condiciones óptimas para recibir a todas las categorías nacionales.
Reino remarcó que el objetivo es lograr que Balcarce vuelva a estar en el calendario grande del automovilismo: “Este autódromo es parte de nuestra identidad. Queremos que sea un espacio de primer nivel, capaz de atraer competencias de gran envergadura y generar movimiento económico y turístico para la ciudad”.