Mediante el decreto 466, publicado este martes en el Boletín Oficial que lleva las firmas de Javier Milei, el exjefe de Gabinete, Nicolás Posse y el ministro de Economía, Luis Caputo, el Ejecutivo estableció un nuevo cronograma para subir los impuestos fijados para los combustibles virgen. De esta manera, entre el 1 y el 30 de junio se aplicarán las subas a esos tributos por el cuarto trimestre de 2023 y al primer trimestre de este año.
Cabe recordar que el 1° de junio vence la prórroga del mencionado tributo, y el Ejecutivo tenía que decidir si continuaba con el congelamiento dispuesto a fines de abril o si volvía a actualizarlo de acuerdo a la inflación. El argumento que se utilizó para postergar el incremento al ICL en mayo tenía que ver con “estimular el crecimiento garantizando un sendero fiscal sostenible”. Sin embargo, ahora la cartera a cargo de Caputo dispuso la actualización del tributo que tendrá un trasladado a la nafta y el gasoil en surtidores -de YPF, Shell, Axion y Puma Energy- con efectos en la inflación.
“Con el fin de estimular el crecimiento de la economía garantizando un sendero fiscal sostenible, resulta razonable diferir parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables a partir del 1° de junio de 2024 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil”, sostiene el decreto. Y se remarca que los “hechos imponibles que se perfeccionen desde el 1° de julio de 2024, inclusive, deberá considerarse el incremento total en los montos de impuesto”.
En lo que va de 2024, los precios de las naftas y el gasoil acumulan un alza de 57% promedio. Si se confirma que las petroleras trasladas esta suba de impuestos a los precios en torno al 20%, el litro de nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires escalará unos $178 sobre los valores vigentes. La súper rondaría los $1.048 y la premium $1.195. Para el gasoil, el ajuste sería del 11% y haría saltar el litro $121. (DIB)