Cabe recordar que esos objetos pueden ser reciclados. Desde volver a hacerlos funcionar hasta reciclar sus componentes por separado.
De esa acción se encargan los presidiarios-talleristas de diferentes penitenciarias de la provincia de Buenos Aires. En esta oportunidad, se colaborará con la Unidad N° 6 de Dolores.
El fin de reciclar/recuperar los aparatos que se creen que ya no sirven más, es para colaborar con diferentes instituciones provinciales y cuidar nuestro ambiente
Del mismo modo, se destaca que cuando son arreglados se donan a escuelas e instituciones en situaciones de vulnerabilidad en cuestión de recursos eléctricos y tecnológicos.
Las partes que no puedan ser recuperadas se envían a reciclar a otras plantas de cooperativas o empresas específicas, por ejemplo, los plásticos y metales.