En momentos críticos, en que se pide un esfuerzo absoluto a cada vecino que debate entre el peligro de la enfermedad y su economía, y donde hay un personal de salud que trabaja a destajo, colapsado material y físicamente, para salvar vidas, los representantes del pueblo deben brindar el ejemplo y la solidaridad.
Se ha demostrado a nivel nacional y provincial que existen maneras de debatir de manera remota, sin poner en peligro la salud del cuerpo deliberativo y sus familias, evitando la propagación del virus y facilitando un poco la valerosa labor sanitaria.
El Concejo Deliberante ha tenido ya una advertencia del peligro que conlleva reunir a más de 20 personas en el recinto, cuando la sesión pasada se produjeron contagios y que afortunadamente no hemos tenido que lamentar, de manera interna, pérdidas irreparables como las que estamos viviendo día a día en nuestra ciudad.
Podemos considerar, además, una inmoralidad sesionar casi de manera urgente para aprobar rendiciones de cuentas de la gestión municipal en el año 2020 y no para asignar recursos que ayuden al personal de salud y a la sociedad que sufre día a día los estragos de esta pandemia.
Facundo Rey - Frente de Todos