Según relató, al dirigirse con su mamá a utilizar la rampa para cruzar, se encontraron con un auto estacionado encima de la misma, impidiendo completamente el paso.
El conductor se hallaba comprando verduras y cargando bolsas en su vehículo, actuando con total indiferencia. A pesar de que el vecino le señaló la situación, su actitud —según describió— fue inapropiada e incluso intentó alzar la voz, aunque finalmente reconoció la falta y pidió disculpas.
El denunciante sostuvo que este tipo de situaciones vulneran derechos y dejan en evidencia la falta de educación, empatía y respeto hacia las personas con discapacidad. Consideró que resulta aún más grave cuando provienen de quienes deberían dar el ejemplo y trabajar para una sociedad verdaderamente inclusiva.
Por este motivo, solicitó a las autoridades correspondientes, especialmente a la Dirección de Políticas de Discapacidad y al Municipio, que se tomen medidas firmes frente a estos hechos. Señaló que es necesario aplicar multas severas para evitar que se sigan obstruyendo rampas fundamentales para la movilidad y autonomía de las personas con discapacidad.
“No se trata de ideología ni política; se trata de derechos, respeto y convivencia. Hoy nos pasó a nosotros, mañana puede ser cualquier otra persona”, expresó.
Finalmente, manifestó su deseo de que el reclamo sea tenido en cuenta y que se actúe en consecuencia.
