La magistrada interviniente dispuso prohibir a los integrantes de la Comisión Directiva de la Sociedad de Protección a la Infancia acercarse de manera personal a determinados niños, a sus domicilios y demás lugares donde se encuentren (instituciones educativas, deportivas, esparcimiento, etc.), debiendo mantener una distancia mayor a 200 metros, hasta nueva resolución judicial. También prohibió igual acercamiento a una cuidadora a la que solo se identifica como “Mirta”. La restricción incluye además cualquier tipo de comunicación telefónica o digital —llamadas, mensajes y redes sociales— hasta nueva resolución judicial.
La cautelar fue adoptada “en atención a la gravedad de los hechos denunciados”, con el objetivo de garantizar la protección integral de los menores y evitar interferencias en la investigación en curso en el Juzgado de Familia Nº 6. La medida se dicta con carácter urgente bajo el marco de la Ley 12.569 de Violencia Familiar y los artículos que resguardan los derechos de niños y adolescentes.
En paralelo, en la tarde de ayer ingresó a la Comisaría de la Mujer una nueva denuncia por maltrato, donde se acusa directamente a una cuidadora del citado hogar. Esta presentación quedó formalmente registrada y será incorporada al circuito judicial, requiriendo una nueva intervención de la Justicia para evaluar responsabilidades y determinar si corresponden medidas adicionales.
Por disposición del juzgado, también se notificó de manera inmediata a organismos provinciales y municipales para garantizar el cumplimiento estricto de la medida, entre ellos la Dirección de Políticas de Género, Niñez y Adolescencia, la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de Balcarce y el Servicio Zonal de Promoción y Protección de Derechos del Niño.
La resolución advierte que cualquier incumplimiento podrá derivar en sanciones más severas, incluyendo un llamado de atención judicial y la posible intervención del fuero penal.
Este nuevo escenario judicial profundiza la crisis institucional de la Sociedad de Protección a la Infancia de Balcarce y revela un cuadro de denuncias que continúa en ascenso, con hechos que la Justicia ya considera de extrema gravedad.
