A través del Decreto 787/2025, publicado este martes en el Boletín Oficial, se derogó el Decreto 2417/1993, que establecía una serie de pautas y mecanismos de control sobre las escuelas privadas.
La decisión implica un cambio de fondo en el esquema de supervisión estatal, ya que elimina la obligación de las instituciones privadas de informar y solicitar autorización previa para modificar las cuotas o matrículas. No obstante, en la provincia de Buenos Aires, el control de los aumentos depende del Gobierno bonaerense, por lo que se espera que esa jurisdicción no adhiera a la desregulación impulsada por la administración nacional.
Según los fundamentos oficiales, la norma derogada “imponía limitaciones y requerimientos que dificultaban la adaptación de los institutos de enseñanza privada a las realidades educativas y económicas del país”. El texto agrega que el régimen de 1993 respondía a un contexto en el que la educación estaba bajo administración nacional y que, tras el traspaso de competencias a las provincias, resultaba necesario “revisar el marco normativo existente” para fomentar “un entorno más propicio” para la gestión privada.
Libertad de precios para los colegios privados
El decreto también sostiene que la intervención estatal en la fijación de aranceles “ha generado efectos contraproducentes que afectan el funcionamiento y la viabilidad económica” del sector. En particular, señala que la obligación de obtener autorización previa para modificar las cuotas “limita la capacidad de adaptación de los colegios frente a las fluctuaciones del mercado”, impidiendo que ajusten sus precios según los costos operativos reales.
Asimismo, el Gobierno argumenta que los establecimientos privados “deberían tener la libertad de fijar sus condiciones de contratación y los salarios de sus empleados sin requerir autorización estatal”, en defensa del derecho de propiedad. Desde la visión oficial, la rigidez de los controles incluso “podría afectar la calidad educativa”, al restringir la capacidad de los colegios de responder con agilidad a los aumentos de insumos y salarios.
Fuente: Diarios Bonaerenses
