En su alegato, el representante del Ministerio Público dio por probado que Roldán fue el autor de los disparos efectuados en una plaza del barrio Cerrito Sur. Sin embargo, pidió la absolución de Santiago Sosa, el otro imputado, al considerar que no se acreditó su participación en el ataque.
La defensa de Roldán, encabezada por el abogado Martín Bernat, reclamó la absolución de su cliente y cuestionó la acusación en su contra. Lo mismo hizo la defensora oficial Carla Aguad respecto de Sosa.
Antes del cierre de la audiencia, Roldán tomó la palabra para declararse inocente: “No voy a hacerme cargo de algo que no hice”. Los jueces Alexis Simaz, Roberto Falcone y Ricardo Perdichizzi informaron que darán a conocer su veredicto el jueves 16 de octubre al mediodía.
El ataque
El hecho ocurrió el 5 de noviembre de 2022, mientras la murga vinculada a “La Pesada”, facción de la barra de Aldosivi, realizaba una presentación en la plaza. Según la investigación, Roldán llegó al lugar acompañado de varios hombres armados y vestidos de oscuro, y abrió fuego contra Coman.
Si bien el dirigente barrabrava logró escapar, varias personas resultaron heridas: un niño recibió un disparo en la rodilla y tres hombres sufrieron impactos en piernas y manos. Testigos describieron escenas de caos y pánico, con familias corriendo para refugiarse en casas cercanas y hasta animales alcanzados por las balas.
Una vecina declaró: “Fue una locura, tiros para todos lados. Mi hijo estuvo en medio de la balacera; no me lo mataron porque Dios es grande”.
El trasfondo
De acuerdo con la acusación, el ataque fue planificado y dirigido contra Coman, a quien Roldán había amenazado días antes de los disparos, tras ser desplazado de la hinchada por un enfrentamiento en la tribuna.
La fiscalía destacó que el clima de violencia interna en la barra generó temor en víctimas y testigos, muchos de los cuales se negaron a declarar o minimizaron lo ocurrido por miedo a represalias.
El caso dejó en evidencia los conflictos de poder al interior de la hinchada de Aldosivi, donde victimarios y víctimas convivían como vecinos y compartían la misma tribuna.
