Al llegar a Lima, fuertemente custodiado por la Policía Nacional, el joven de 20 años se dirigió a las cámaras y declaró: “Me echaron la culpa nomás, nosotros no matamos a nadie”.
Intento de fuga frustrado
Valverde Victoriano fue capturado cuando intentaba escapar oculto en un camión con destino al sur de la capital peruana. Sobre él pesaba un pedido de captura internacional al ser considerado el principal sospechoso de planear la masacre que conmocionó a la Argentina.
En declaraciones a la prensa local, insistió en su inocencia: “Yo no tuve nada que ver. Hay que encontrar al culpable”, sostuvo.
Acusaciones en su contra
Pese a su negativa, “Pequeño J” está acusado de haber ordenado la tortura y asesinato de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez. Para los investigadores, el crimen habría sido un mensaje mafioso que incluyó la transmisión en vivo de las agresiones a través de un grupo cerrado en Instagram.
El operativo que permitió su detención fue coordinado entre la Policía de la Provincia de Buenos Aires y la Policía Nacional del Perú, que lo venían rastreando desde su fuga de Argentina.
Antecedentes familiares
El apodo “Pequeño J” proviene de su padre, Janhzen Valverde, integrante de una banda criminal asesinado en 2018 en Perú en un ajuste de cuentas. Según fuentes policiales, Tony creció en un entorno dominado por la violencia y hoy es descripto como un delincuente “extremadamente sanguinario y sin límites”.