De acuerdo con fuentes judiciales, el acusado habría intentado abandonar el país en los últimos días. Por este motivo, se resolvió hacer pública su identidad y su fotografía, además de emitir un pedido de captura nacional e internacional, con intervención de Interpol.
Las primeras hipótesis de los investigadores indican que el crimen habría sido planificado como represalia por el presunto robo de dinero y drogas. Según se sospecha, Valverde habría contratado sicarios y ordenado la ejecución del crimen, que incluyó una transmisión en vivo a través de redes sociales.
“Estamos ante un caso extremo de violencia. Este sujeto buscó consolidar su poder mediante el terror”, expresó el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, al referirse a la transmisión de las torturas sufridas por las tres víctimas.
Durante un operativo realizado el miércoles por la noche, efectivos de la Policía Bonaerense ingresaron al barrio Zavaleta, en la Ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de localizar a Valverde Victoriano. Sin embargo, el operativo resultó infructuoso, ya que el sospechoso no se encontraba en el lugar.En las últimas horas, se difundieron imágenes del procedimiento, en las que se observa a los uniformados ingresar al barrio en busca de un bar que, según informantes, era frecuentado por el acusado. También se allanó un edificio cercano, donde presuntamente habría permanecido oculto.
Captura internacional para un segundo implicado
En paralelo, la Justicia emitió una circular roja de Interpol para la captura de Matías Agustín Ozorio, de 28 años, señalado como la mano derecha de “Pequeño J” e imputado como coautor del triple homicidio.
La solicitud fue presentada por el fiscal Gastón Duplaá, a cargo de la Fiscalía N° 2 de La Matanza. En la acusación, se indica que Ozorio participó de los asesinatos bajo los cargos de homicidio triplemente calificado: por el concurso premeditado de dos o más personas, por alevosía y ensañamiento, y por tratarse de femicidios cometidos con violencia de género.
El documento de Interpol señala que los agresores “aumentaron intencionalmente e inhumanamente el sufrimiento de las víctimas”, y que “se valieron de su condición biológica dominante de género para ejercer violencia de género contra ellas”.
La investigación quedó en manos del fiscal de Homicidios de La Matanza, Adrián Arribas, quien junto a un equipo especializado estableció que Ozorio estuvo presente en la vivienda de Florencio Varela donde ocurrieron los hechos. Allí, junto a otros cuatro detenidos —Magalí Celeste González Guerrero (28), Miguel Ángel Villanueva Silva (25), Daniela Iara Ibarra (19) y Maximiliano Andrés Parra (18)—, habría participado activamente en las agresiones que culminaron con la muerte de las jóvenes.En las últimas horas, también fue arrestado en Bolivia Lázaro Víctor Sotacuro, ciudadano boliviano con DNI argentino, acusado de haber colaborado en el traslado de las víctimas desde La Matanza hasta Florencio Varela, a bordo de una camioneta utilizada por la banda.