Según publica el portal marplatense 0223, Sofía Ibarra dejó la defensa oficial que la acompañó en su primera testimonial y tras entrevistarse con la abogada penalista Luz Alonso Proto le dijo al fiscal Rodolfo Moure que ratificaba lo dicho en la declaración anterior, pero que quería detallar algunas cuestiones de la relación que mantuvo con la víctima en la que hubo una separación intermedia.
La mujer de 44 años dijo que hace poco más de una década, en el comienzo de la relación, sufrió el primero de varios episodios de violencia de género. “Los hechos eran bastante repetidos, de vigilarme y aparecerse a cualquier hora”, dijo antes de decir que no lo denunciaba porque si llegaba a enterarse, tenía terror de lo que pudiera pasar.
Alonso Proto le preguntó porque continuaba la relación con Juan Melucci pese a todo esto y ella dijo que lo hacía “porque lo amaba” y creía que iba a cambiar. “Me decía que se iba a matar si yo no volvía”, agregó.
La pareja estuvo separada casi cuatro años y la habían retomado en enero de este año, aunque no se lo contó a sus hijos. El 26 de abril pasado la pareja discutió en dos boliches de nuestra ciudad y que al retirarse le pidió que la dejara en su casa, pero la llevó hasta la quinta donde ocurrieron los hechos.
Ibarra dijo que la golpeó, la hizo sangrar y que ella logró mandar un par de audios a una amiga, por lo que él le pidió que se fuera. Según su versión, agarró una escopeta, subió al auto y dejó el arma arriba del volante cuando Melucci se acercó, le abrió la puerta del rodado y quiso agarrarla.
“En un momento me quiere agarrar la escopeta que estaba apuntando hacia afuera arriba del volante y ahí yo tiro la escopeta hacia atrás para que Juan no la tome y ahí veo que Juan se tira para atrás. Pensé que lo hacía para hacerse el descompuesto para que yo me baje y me agarre, yo nunca escuché el disparo y no recuerdo tampoco si puse el dedo en el gatillo, solo recuerdo haber tironeado para atrás”, señaló.
“Yo agarré esa escopeta para asustarlo y empujarlo o golpearlo, yo sabía que las armas no estaban cargadas, no sé por qué esa escopeta estaba cargada. Juan siempre decía que las armas se cargaban únicamente cuando se iban a disparar. Esa noche yo había tomado poco alcohol, yo en el boliche no me sentía alcoholizada”, concluyó.