Según dio a conocer el Ministerio Público Fiscal (MPF), la fiscal solicitó que el sujeto el sujeto fue imputado de haber tenido en su propiedad 319 ejemplares de especies amparadas por la ley 22.421, de Conservación de la Fauna, sin contar con la debida habilitación para efectuar esa actividad, como también de la tenencia de productos y subproductos derivados de animales y de la tenencia ilegítima de cuatro armas de fuego -de uso civil y de uso civil condicional- sin la debida autorización legal.
En el requerimiento de elevación a juicio, la fiscala Mazzaferri enumeró las especies halladas en el predio de su propiedad, ubicado en un camino lindero a la ruta 226, desde fecha indeterminada pero hasta al menos el 6 de enero del 2021:
- 2 tigres de bengala
- 10 pumas
- 1 gato montés
- 12 ciervos colorados
- 12 antílopes de la india
- 6 ciervos axis
- 57 ciervos dama
- 1 búfalo
- 150 muflones
- 1 guanaco
- 9 jabalíes
- 20 pavos reales
- 1 loro hablador
- 2 ñandú
- 1 perdiz colorada
- 1 cardenal amarillo
- 1 reina mora
- 1 naranjero
- 1 jilguero español
- 3 corbatita común
- 1 jilguero amarillo
- 1 mina crestado
- 2 estornino común
- 2 cardenal copete rojo
Asimismo, le imputó al sujeto haber tenido en el mismo predio hasta noviembre de 2022 dos ciervos colorados, 12 ciervas damas y muflones, cuya presencia en el lugar fue advertida en un segundo procedimiento.
Para la fiscalía, las constancias de la investigación permiten sospechar que el acusado comercializaba parte de las especies que tenía bajo su órbita, dado que se han conocido conexiones que mantenía con personas que administran cotos de caza -algunos de ellos, incluso, denunciados ante la autoridad administrativa y/o en sede penal-, como también con armerías.
En el lugar también se hallaron productos y subproductos derivados de animales, entre los que se incluyeron 1 cuero de puma, 1 cuero de axis, 4 taxidermias de ciervo axis, 4 cornamentas de ciervo colorado, 1 taxidermia de ciervo dama, 1 taxidermia de antílope de la india, 14 cornamentas de ciervo dama y 1 cornamenta de ciervo axis.
Para la fiscala Mazzaferri esta última circunstancia permite sospechar que el imputado se dedicaría, además de a almacenar los animales en su predio rural, a venderlos junto con los productos o subproductos derivados.
El hombre también llegará a juicio acusado de la tenencia ilegítima de cuatro armas de fuego -de uso civil y de uso civil condicional, según el caso-, que fueron halladas en el lugar sin la documentación que autorice su tenencia.
El armamento incluía un fusil a cerrojo calibre 308; una carabina de simple acción de fuego anular 22LR; una escopeta de simple acción de fuego central, calibre 20; y una pistola semiautomática. De acuerdo a las conclusiones arribadas en el examen pericial, la totalidad de las armas fueron disparadas con anterioridad a las pruebas realizadas, contaban con buen estado de conservación y resultaban aptas para disparar.
La denuncia
La causa tuvo origen en una denuncia realizada por el director de Inspecciones y jefe de la Brigada de Control Ambiental (BCA) del por entonces Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación (MAyDS), Alejandro Mackielo. El funcionario hizo saber que se habían recibido denuncias anónimas con antelación, que daban cuenta de que, en la zona de Balcarce, se veían grandes felinos como pumas o tigres, pero no habían logrado avanzar en la investigación hasta que una denuncia telefónica aportó los datos de geolocalización, junto con distintas fotografías que fueron remitidas a través de WhatsApp.
Así, las autoridades se abocaron a la búsqueda de personas que pudieran estar inscriptas como operadores de fauna en la zona, sin éxito alguno, lo que permitió sospechar que podría tratarse de un caso de tráfico de fauna y motivó el pedido de autorización judicial para el ingreso al predio.
En su declaración, Mackielo detalló que desde el camino rural donde se encontraba el campo había sido factible divisar ciervos de la especie dama, antílopes de la india y otros ungulados que no había sido posible clasificar, puesto que se encontraban a mayor distancia, todos encerrados en grandes potreros con alambrados perimetrales que impedían que escaparan del recinto.
Tras disponerse las diligencias urgentes del caso, a instancias del pedido articulado por la fiscalía, el juez federal interviniente, Santiago Inchausti, ordenó el 6 de enero de 2021 el registro domiciliario del predio rural denunciado, individualizado como “Los Aromos”. En el operativo participó el personal de la División Unidad Operativa de Mar del Plata de la Policía Federal, junto a miembros de la Brigada de Control Ambiental y las personas convocadas como testigos a participar de la diligencia.
Durante el procedimiento se encontraron más de 300 ejemplares de animales silvestres, junto con las armas de fuego, que se decomisaron dado que el imputado no contaba con documentación alguna. La misma situación se dio con relación a los ejemplares vivos, que tras el allanamiento quedaron secuestrados y bajo depósito judicial.
Tampoco se obtuvo documentación ni información que permitiese establecer la existencia de un médico veterinario para atender a los ejemplares alojados en el predio, ni historias clínicas, ni un plan de manejo; tampoco documentación o rastros referidos a la procedencia ni destino de los ejemplares.
En la investigación pudo determinarse que el imputado no estaba inscripto como operador de fauna, porque el acusado no pudo justificar la legítima tenencia de los animales. De igual manera, se dejó constancia de que no fue posible conocer la actividad comercial que realiza, ya que tampoco estaba registrado. Las averiguaciones con vecinos de la zona rural permitieron saber que el imputado era muy reconocido en la zona urbana de Balcarce, dado que desde hacía muchos años poseía animales que no son originarios del lugar.
De acuerdo a los testimonios brindados por el personal de los organismos intervinientes en el operativo, el acusado desempeñaba como actividad principal el cuidado y cría de animales, con ejemplares que cuentan con protección por peligro de extinción, los cuales podrían haber sido obtenidos de forma ilegal, por medio de trampas para especies autóctonas, o con medios que requieren de logística para ejemplares no naturales, que claramente fueron transportados desde su hábitat natural hasta el punto de encuentro, y que, por su naturaleza no regulada, en ningún otro momento se les brindaron los cuidados para resguardar su estado de salud.
En relación con este punto en particular, al momento de dar inicio al plan de evacuación de las especies, el personal del por entonces MAyDS indicó que varias de las aves se encontraban en malas condiciones de higiene, con el agua de los bebederos podrida y el piso lleno de heces, y sin la dieta particular de cada una de las especies. De igual manera, el personal de la Dirección Nacional de Protección Ambiental, tras realizar una nueva inspección el 11 de noviembre de 2022, afirmó haber encontrado un tigre macho en mal estado de salud, con muy bajo peso y mal estado de nutrición e hidratación, junto con escoliosis en su columna vertebral y lesiones diversas.
De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio, al momento de ejecutarse el plan de evacuación dispuesto en el caso, el imputado se negó a prestar su colaboración para que pudiera efectuarse el correcto movimiento de los animales, mientras que sus familiares, según el personal del MAyDS, “comenzaron a entorpecer la labor de los agentes de la BCA lanzando insultos, improperios, gritos, ademanes, etc., todo con el objeto de alterar a los animales para que su captura y carga se torne más difícil”.
El plan de evacuación de las especies animales
El plan de evacuación diseñado por el MAyDS consistió en cuatro etapas de acuerdo a las especies a trasladar, su destino y las cuestiones operativas vinculadas a su transporte. Primero fue posible efectuar el traslado de quince aves y diecisiete muflones, mientras que durante octubre de 2022 se hizo saber que se había coordinado con una fundación el traslado de los dos tigres de bengala.
Ante este escenario, el juzgado interviniente ordenó una nueva inspección en el predio a fin de corroborar el estado de los animales en depósito. La diligencia fue llevada a cabo el 11 de noviembre de 2022 por personal de la BCA, conjuntamente con el personal de Policía Federal y en presencia de dos testigos.
El 20 de abril de 2023 se ordenó una nueva inspección para coordinar con la Fundación Four Paws el traslado de los dos tigres de bengala. En esa oportunidad, se pudo corroborar que los felinos efectivamente se encontraban en el predio en mejores condiciones sanitarias y nutricionales que las observadas en la inspección previa. Los ejemplares fueron enviados al Santuario de Al Ma'wa de Jordania, un lugar de una extensión de 70 hectáreas, de acuerdo con el plan de evacuación propuesto por el entonces MAyDS.
Dado que todavía quedan varios ejemplares en poder del imputado, la fiscal manifestó que es preciso que se exhorte a la Subsecretaría de Ambiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros a fin de que se arbitren las medidas necesarias con el objeto de culminar con el plan de evacuación de las especies. La representante del MPF fundamentó su pedido en que “los ejemplares habidos puedan vivir adecuadamente, en un sitio acorde a sus necesidades, con los controles veterinarios pertinentes y con las dietas que se estipulen para cada caso concreto”.