Cabe recordar que debido a las inclemencias climáticas registradas en la edición pasada, casi la totalidad de los puestos que se encontraban en el exterior de la Escuela Técnica N° 1, lugar donde se realizó el evento, debieron desmontar las instalaciones tras sufrir diversos daños materiales.
El escrito completo, a continuación:
“UNA FIESTA NACIONAL DEL POSTRE SIN EMPRENDEDORES LOCALES
Por decisión propia, pero prácticamente empujados a tomarla, este año no tenemos la posibilidad de acceder a la carpa de artesanos y emprendedores -siendo que siempre pagamos un canon- por falta de fondos para solventarla, según nos argumentaron desde la organización.
Ir con nuestros gazebos no es una opción lógica ni posible para la mayoría debido al clima y el lugar donde se realiza (Sociedad Rural) pondrían en riesgo nuestra salud y nuestro único capital, ya que si se nos rompe el gazebo o estropea la mercadería nadie reconocería ni ayudaría a recuperarla -como sucedió el año pasado- sin contar que si llueve estaríamos expuestos nosotros y nuestros productos, sin afluencia de público por no tener donde guarecerse.
No hubo tampoco una propuesta de intentar conseguir el dinero para costear los gastos, simplemente nos soltaron la mano a un mes de la fiesta con la mercadería preparada y con todo lo que eso implica.
‘La verdad el destrato nos duele’.”