“No podemos tomar el agua de la canilla, los nenes presentan un brote de gastroenteritis por la contaminación que tiene el agua”; “llueven dos gotas y no podemos entrar ni salir del barrio”; “las ambulancias y los remises no entran por el estado deplorable de las calles”, fueron algunas de las inquietudes.
“Queremos un Balcarce donde todos los vecinos puedan gozar de los derechos mĆ”s elementales cómo son el acceso al agua potable y obras de saneamiento bĆ”sicas. No hay descanso cuando se trata de garantizar derechos humanos fundamentales”, comentó Rey.