Miramar y sus fósiles de gigantes prehistóricos, una opción para esta Semana Santa

La ciudad de Miramar tiene características particulares que tientan año tras año a turistas, quienes buscan generalmente escaparse de los ruidos de los grandes centros urbanos.

Este fin de semana largo de Semana Santa no es la excepción y el intenso movimiento de gente se ve reflejado en la cobertura de plazas hoteleras disponibles y los lugares típicos como la Costanera, la peatonal 9 de julio y demás espacios al aire libre donde el municipio junto a instituciones intermedias organizó diversos eventos.

No obstante, un lugar clásico para visitar en familia y asombrarse con la naturaleza es, sin dudas, el Museo de Ciencias Naturales, gestionado por la Fundación de Historia Natural “Félix de Azara” y la comuna.

El mismo, inaugurado en septiembre de 2019, expone un riquísimo patrimonio recuperado en la zona. Se destaca la fauna prehistórica que vivió en la famosa edad de hielo, los cuales, se convierten en los preferidos por los niños.

El museo está montado dentro de un chalet de la década de 1930, totalmente modernizado y climatizado mediante graficas con relieves, recreaciones en vida de algunos integrantes de la fauna milenaria de la región, como las enormes aves del terror, gliptodontes o tigres dientes de sable, sumado a magnificas piezas paleontológicas originales, que el personal del museo viene recuperando en esta localidad, desde hace bastante tiempo.

Además, de enormes cráneos y esqueletos completos montados en las salas de paleontología, también incluyen salas destinadas a la arqueología, es decir, los primeros humanos que vivieron en la región, sumando las teorías del sabio Florentino Ameghino, que, con numerosos fósiles recuperados en Miramar durante fines del siglo XIX, adjudico el origen de la humanidad, en estos suelos de la región pampeana.

Culminando el recorrido hay una sección de fauna marina donde niños y adultos encuentran respuestas a muchas de “esas rarezas” que se observan en la costa bonaerense y no saben de su origen, acompañados de peces embalsamados, tortugas y lobos marinos entre otros.

En definitiva, son 8 salas prolijamente preparadas para pasar un buen momento y saciar la curiosidad, y un laboratorio paleontológico a la vista del público, donde el personal prepara las piezas para ser estudiadas por científicos del Conicet, Fundación Azara, entre otros.

Entorno

Antes de entrar al edificio del museo, el visitante puede recorrer un fabuloso parque con árboles de más de 100 años, los primeros en ser plantados para crear el bosque del vivero, y fijar las dunas, que cada tanto, invadían al pueblo a comienzos del año 1900.

Allí también se divisan enormes esculturas de fauna regional, entre la que se destaca un calamar gigante del atlántico, de 6 metros de largo, aunque llegan a medir unos 14 metros en su adultez, los cuales son los predilectos al momento de tomarse una foto.

También se encuentra en el parque, restos de enormes ballenas, como el cráneo de un Cachalote que tenía 18 metros cuando su cuerpo encallo en 2010, y un sinfín de objetos que el museo invita a descubrir.

Para quienes deseen visitarlo durante el fin de semana largo, este espacio histórico de la ciudad se encuentra al final de la avenida 26, y estará abierto diariamente de 12 a 18.

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