Fue en plaza Libertad donde muchos vecinos e instituciones volvieron a acercar objetos para ser reciclados.
La acción contó la presencia de la directora del área, Wanda Marian, y la colaboración de promotores ambientales y de la Dirección de Espacios Públicos.
Este cargamento se sumará al acopiado desde principios de mes y en las próximas semanas será destinado al Penal Nº 6 de Dolores.
El fin de reciclar/recuperar los aparatos que se creen que ya no sirven más, es para colaborar con diferentes instituciones provinciales y cuidar nuestro ambiente.
Del mismo modo, se destaca que cuando son arreglados por parte de los presidiarios-talleristas se donan a escuelas e instituciones en situaciones de vulnerabilidad en cuestión de recursos eléctricos y tecnológicos.
Las partes que no puedan ser recuperadas se envían a reciclar a otras plantas de cooperativas o empresas específicas, por ejemplo los plásticos y metales.
Marin, anunció que sobre la última semana de enero o primera de febrero, seguramente, se esté concretando otra jornada dada “la importancia que tiene sacar del circuito formal de recolección a estos elementos”.