El frente de mal tiempo (alerta amarillo por fuentes vientos) que atravesó el fin de semana la ciudad, contribuyó a reducir de manera considerable la circulación para evitar contagios por el Coronavirus: escasa gente caminando, pocos autos desplazándose y, eso sí, algunos comercios no esenciales con las persianas levantadas.
Como se sabe, está suspendida la presencialidad en las actividades económicas, industriales, comerciales, de servicios, culturales, deportivas, religiosas, educativas, turísticas, recreativas y sociales.
Según el Decreto emanado desde el Ejecutivo nacional, las personas deberán permanecer en sus residencias habituales "y sólo podrán desplazarse para aprovisionarse de artículos de limpieza, medicamentos y alimentos y artículos de necesidad en comercios esenciales y retiro de compras autorizadas, siempre en cercanía a sus domicilios".
Tanto el sábado como ayer, después de las 18 el panorama era desolador en las calles. Solo unos pocos comercios esenciales abiertos realizando ventas telefónicas a través de la modalidad delivery (entrega a domicilio) y los pocos que circulaban lo hacían por contar con los permisos correspondientes.
CONTROLES
Al mismo tiempo, móviles de la Estación de Policía Comunal incrementaron sus recorridas y controles a partir del horario de cierre establecido por Decreto.