El procedimiento se motivó en primer lugar por la denuncia que había radicado en enero la víctima, una estudiante de medicina de 20 años, después de sufrir un salvaje ataque del que se salvó de milagro gracias al auxilio de sus padres.
A principios de año, presunto agresor discutió con su novia, con quien mantiene una relación hace casi un año, y luego le dio un golpe con el puño en su ojo, le metió cabeza debajo del agua y la encerró en el baño, según permitieron reconstruir fuentes policiales con acceso a la causa.
En esa oportunidad, la joven pudo llamar a sus padres para que fueran a ayudarla pero no es la primera vez que sufría un hecho de estas características: antes, el imputado, que fue identificado como Pablo Alejandro Diaz de 38 años, ya le había arrojado un tarro de pintura por la cabeza, lo que le provocó un corte en la frente.
A raíz de los hechos de violencia, la Justicia dispuso una restricción de acercamiento, que fue violada por el acusado el 23 de febrero, por lo que este jueves el personal del Gabinete de Judiciales de la DDI llevó a cabo un allanamiento en su casa y lo detuvo.
El hombre permanecerá en la Unidad Penal Nº 44 de Batán, a la espera de que declare ante la fiscal Graciela Trill, que lleva adelante la investigación. Se le imputa los delitos de "desobediencia" y "lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género".