Se trata de una mujer de 37 años que trabaja en la Unidad Penal N° 50 de Batán, y se encuentra aislada desde el domingo por ser contacto estrecho de uno de los seis agentes penitenciarios que fueron detectados esta semana.
Según informaron fuentes oficiales, ninguna de las agentes que dieron positivo al test de coronavirus estuvo en contacto con las internas que cumplen condena en la UP.