El anfiteatro tiene historia

De las varias canteras que se explotaron en el hoy paseo a partir de la segunda década del siglo, fue la principal. Y de allí salió mucha de la piedra en base a la cual se adoquinaron cientos de cuadras de la ciudad a partir de 1921, obra que ejecutó la empresa Martínez de Hoz.
Años más tardes las canteras pasaron a manos de la Dirección de Fábricas  y Canteras de la Provincia, que utilizaba la piedra para obras en distintos lugares del territorio bonaerense. En la década del `50 se dio cuenta que esa explotación industrial terminaría por destruir el cerro, que debería ser preservado.
A fines de 1955 el entonces comisionado municipal, Gaudencio Fontana, obtuvo la paralización de la extracción de piedra del cerrito por parte de aquella repartición provincial. El personal fue trasladado a otras canteras de la zona, aunque algunos de los trabajadores aceptaron la jubilación que se les ofrecía por sus años de servicio.
Así, el problema se solucionó en forma satisfactoria para ambas partes.

Los 150 años de Mayo
En 1960 se cumplieron los 150 años de la Revolución de Mayo, que marcó el nacimiento de la Patria. En nuestra ciudad, y convocado por el intendente municipal, Juan Pastori, un  numeroso grupo de vecinos representativos de las más diversas entidades y nucleamientos de la comunidad, comenzó a trabajar en marzo en la preparación de los festejos.
Entre las muchas ideas que se expusieron sobre actos  que se podrían realizar para conformar un programa  acorde con la alta significación del acontecimiento hubo una que tuvo inmediata aceptación: era la del señor  Saverio J. Bonazza, que propuso convertir en anfiteatro a la principal de las canteras del cerrito, la que, por sus características, se adaptaba  perfectamente a esa finalidad. Esa cantera daba hacia la sierra  “La Barrosa” y el autor del proyecto, para perpetuar la fecha que se celebraría, propuso darle el nombre de “Sesquicentenario”.
En abril se comenzó a trabajar en el lugar por parte de obreros municipales, muchas veces bajo la atenta mirada del señor Bonazza. Primero se dejó libre a toda  la cantera del mucho material pétreo que allí estaba acumulado sin destino desde hacía años. Posteriormente, se procedió a alisar la superficie. A los costados se levantaron paredones de piedra. Junto a la entrada, hacia la derecha, se preparó además una amplia playa de estacionamiento.
Al mismo tiempo, se comenzó a construir un gran escenario, al fondo de la hondonada, teniendo como espalda la parte más alta del cerrito. En el diseño del escenario trabajaron gentilmente dos profesionales: el arquitecto Nevani y el ingeniero Pasolini. Las medidas de este anfiteatro serían de 220 metros cuadrados de superficie y una altura de 2 metros. Atrás quedaría un lugar de camarines.
En cuanto a la platea natural, ligeramente inclinada hacia el cerro, tendría una capacidad para varios millares de personas.
El acto de inauguración
El nutrido programa de festejos de los 150 años de la Revolución de Mayo se desarrolló durante cinco días: del 21 al 25 de Mayo.
El anfiteatro “Sesquicentenario” se inauguró en la tarde del domingo 23. El acto comenzó alrededor de las 15.30 y, en el marco de una tarde soleada, un gentío se dio cita en ese sector del cerrito.
Tras cantarse el Himno Nacional, el intendente municipal, el señor Pastori, cortó la cinta que libraba el acceso al escenario desde su parte izquierda, según desde el mismo se mira la platea.
De inmediato habló  “el padre”  del anfiteatro. El señor Bonazza dijo que la obra era el fruto del esfuerzo mancomunado de las autoridades, de todos los sectores del Concejo Deliberante y de la comisión de festejos. Expresó el deseo de que, con el anfiteatro, quedará iniciado en el cerrito un plan de mejoras que algún día pudiera ser motivo de atracción turística.
Imposición de nombre
En mayo de 2001 se le impuso el nombre de “Saverio Bonazza”.
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