El objetivo de la actividad fue crear redes de reciprocidad entre las participantes a partir de la visibilización de cada una, desde lo individual, en pos de un trabajo colectivo. A su vez, la tarea concreta de aprender un oficio y trabajar cuestiones relacionadas a problemáticas de género.
La titular de Desarrollo, Natalia Viera, resaltó el apoyo y seguimiento que realiza el área de Género con cada mujer que denuncia algún padecimiento respecto a temas de violencia. “Era necesario crear un espacio que no fuera sólo una capacitación, sino que las mujeres que concurrían (víctimas o no) encontraran un sostén”, manifestó.
También indicó que “fue muy importante que se generó una red de acompañamiento que va a perdurar en el tiempo y nos va a ayudar en la contención”.
“Para el área significó el puntapié inicial para garantizar un espacio grupal que permita un abordaje distinto, ya sea de la mujer en particular, así como de diversas temáticas con perspectiva de género”, indicó la profesora Eleonora Bozza.
El curso que se inició en septiembre tuvo una frecuencia semanal y contó con una decena de participantes.
El pasado 23 de noviembre -en conmemoración del “Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer”- el grupo desplegó un stand en donde pudieron mostrar los conocimientos adquiridos, maquillando a quienes se acercaban de forma espontánea.
El objetivo del equipo de trabajo es continuar con el espacio grupal, ya que se ha generado su pertenencia y valoración.