“ Mi abuelo, Antonino Diorio, fue el primer médico del pueblo”, le dice a “Infórmese Primero”.
Ursich parece reconfortarse con el recuerdo de su antepasado. Cuenta que una de las calles principales del lugar lleva su nombre y que el médico muchas veces no cobraba por sus servicios.
“ A veces le pagaban con dinero, pero otras con un chancho, o con lo que podían. Siempre me dijeron que él era una excelente persona ”, añade.
Ursich dice que en su adolescencia no pensaba continuar la carrera de su abuelo. “Yo quería jugar al fútbol y lo logré”. Relata que jugó en algunos equipos y hasta fue a probarse a Buenos Aires. Jugaba de 11. Cuenta que repartía su tiempo entre el fútbol, la lectura y la escritura; pasiones que lo llevaron estudiar periodismo.
Antonino se engancha en el recuerdo de anécdotas porteñas, pero repentinamente detiene su relato. Tras una pausa habla de su hermano. Cuenta que lo perdió en un accidente de tránsito y que sólo tenía 23 años. Afirma que ese hecho desarmó a su familia, y que el dolor vivido le inclinó a estudiar medicina, como una forma de aprender a colaborar con los demás en situaciones donde la vida está en riesgo.
Ursich dice que no se arrepiente de su elección y que tampoco se arrepiente de haberse instalado en Balcarce doce años atrás, para desplegar aquí la vocación de servicio que caracterizaba a su abuelo.
Antonino se muestra contento y agradecido con la comunidad balcarceña. Dice que hace todo lo posible por retribuir la calidez con la que fue recibido. Relata que como médico del Hospital colabora con la salud de muchas personas, pero que hoy cree que con eso no basta, que es necesario hacer algo mas.
Ursich cuenta que Jorge Guzmán le pidió que lo acompañe como candidato a primer concejal. Dice que le gustó la propuesta y que asumió el compromiso porque le parece una oportunidad única para intentar cambiar lo que no está bien.
“ Me dije: … es el momento. Dejé pasar 50 años de mi vida. No puedo dejar pasar esta oportunidad de poder modificar algo de la ciudad en la que vivo y que me adoptó y que me dio trabajo “, afirma con marcado entusiasmo.
Ursich dice que no hace falta dinero para todo, y que algunas cosas de la realidad pueden modificarse sin presupuesto. Confiesa que le irritan la injusticia, el egoísmo y la falta de responsabilidad.
“ Esta decisión es un compromiso serio para mí y para mi familia, pero el corazón me dijo que acepte este desafío. Lo que no se hace desde adentro, no se puede cambiar desde afuera ”, señaló.
Antonino Ursich pide los balcarceños que lo acompañen en su nuevo desafío. Promete ponerle toda la garra y la energía necesaria. Como hacía su abuelo, y como hacía aquel equipo de José.
