Los excesos registrados hace dos años dieron lugar a que se organizaran diferentes acciones entre la subsecretaría de protección ciudadana Policía local y DDI a fin de evitar que las celebraciones tuviesen un fin desagradable y no deseado por la mayoría.
Pero pesó la razonabilidad y la celebración fue, esta vez, una verdadera fiesta, sin “manchas” y con la comunidad educativa toda (docentes, padres y alumnos) compartiendo el inicio del, para los chicos, año final de los estudios secundarios
