Whirlpool cerró de forma sorpresiva su planta de Pilar y despidió a 220 trabajadores

La empresa de electrodomésticos Whirlpool cerró de manera inesperada su fábrica en la localidad bonaerense de Pilar y despidió a 220 trabajadores. Según informó la compañía, la decisión responde a la caída en las ventas producto de la crisis económica y la apertura de importaciones.

Tras comunicar la medida al personal, la firma —que había inaugurado esa instalación en 2022— inició una negociación con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para definir un paquete de salida que incluirá las indemnizaciones correspondientes más un monto adicional.

El cierre afecta a unas 220 familias e incluye tanto al personal de producción como a trabajadores de otras áreas vinculadas con la operatoria del establecimiento. No obstante, la marca mantendrá su oficina comercial sobre la ruta 8 y su centro de distribución en el país, donde continuarán trabajando cerca de 110 empleados.

Ignacio Cabezas, operario de Whirlpool, relató que él y sus compañeros recibieron la noticia este miércoles durante una reunión con directivos realizada en el comedor de la planta. “Hasta ayer veníamos produciendo normal y hoy, de golpe, fue el cierre. El director nos dijo que bajó el volumen de venta y estamos sobrestockeados”, expresó en diálogo con Agenda Propia. Y agregó: “Nos comentaron que es más barato traer el producto de afuera y venderlo; no quieren fabricar más en la Argentina”.

En ese encuentro con la empresa, representantes de los trabajadores solicitaron que una parte del personal despedido pueda ser reasignado a tareas vinculadas al despacho de los productos en stock. La propuesta se dio en medio de versiones que indican que la compañía podría concentrarse en importar electrodomésticos fabricados en otras plantas del mundo para abastecer el mercado interno, convirtiendo el predio de Pilar en un centro de acopio y distribución.

La caída de la planta de Whirlpool en Pilar

En julio de 2022, Whirlpool había anunciado una inversión de 50 millones de dólares para la puesta en marcha de esta planta en Pilar. Con 30.000 m² de superficie cubierta, se la presentó como la fábrica más moderna de su tipo en el mundo. Llegó a emplear a más de 400 trabajadores de forma directa y a más de 1.000 de manera indirecta.

El establecimiento tenía capacidad para producir un lavarropas cada 40 segundos, fabricaba cocinas y lavarropas de carga frontal y superior, y contaba con una capacidad instalada anual de 300.000 unidades, de las cuales el 70% estaba destinado a la exportación regional. Sin embargo, la crisis económica de los últimos tiempos, sumada a una mayor facilidad para la importación de productos, complicó la actividad de la compañía.

De fabricar alrededor de 600 lavarropas por día, la producción había caído en la actualidad a unos 400 unidades, según los operarios. En este contexto, un lavarropas Whirlpool de 7 kilos cuesta cerca de 900.000 pesos, mientras que uno de origen chino puede conseguirse a mitad de precio.

Fuente: Diarios Bonaerenses

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