En paralelo, el Ejecutivo postergó hasta último momento la definición sobre la Ley de Redistribución Automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), clave para las provincias, lo que aumenta la incertidumbre entre los gobernadores en medio de la reorganización política del oficialismo tras la derrota electoral en Buenos Aires.
Los fundamentos del veto
El decreto firmado por Milei y todo el gabinete argumenta que la ley generaría:
- Impacto fiscal directo: un costo de $115.030 millones por la recomposición salarial prevista.
- Riesgo de desfinanciación: al tener que reasignar partidas del Ministerio de Salud y de fondos de emergencias sanitarias, se pondrían en jaque programas vigentes.
- Comparaciones críticas: el monto equivale a un tercio del calendario de vacunación, tres veces el presupuesto anual para políticas de VIH, lepra y hepatitis, o un año y medio de financiamiento de la DINADIC.
- Desequilibrio estructural: según el Gobierno, el proyecto “carece de financiamiento genuino”, “profundiza distorsiones salariales” y “erosiona la coparticipación federal”.
“Una vez más, el Congreso impulsa una medida que, bajo la apariencia de defender una causa noble, genera un gasto irresponsable y pone en riesgo la estabilidad fiscal de Nación y provincias”, sostiene el texto oficial.
Tensión política en ascenso
El veto al Garrahan se suma al de las universidades y a la indefinición sobre los ATN, en un clima de creciente tirantez con los gobernadores. Tras la derrota electoral, Milei busca recomponer el vínculo:
- Guillermo Francos encabezará una nueva mesa de diálogo con mandatarios provinciales.
- La designación de Lisandro Catalán como ministro del Interior se interpreta como un gesto hacia las provincias.
Sin embargo, los gobernadores que integran la alianza Provincias Unidas reclaman “negociación real” y advierten que se sienten fortalecidos. La posibilidad de que también se vete la ley de ATN amenaza con agravar la confrontación.
Pese a los reclamos internos para mostrar mayor flexibilidad, Milei insiste en que no se apartará de su hoja de ruta: “Equilibrio fiscal, disciplina monetaria, bandas cambiarias acordadas con el FMI y desregulación de la economía”, reiteró en sus redes.