Durante su intervención, el mandatario defendió su política económica y reiteró la necesidad de avanzar con reformas estructurales. “Nosotros vinimos a hacer algo distinto. No queremos construir la casa por el techo, sino sentar las bases para un crecimiento sostenido en el tiempo”, afirmó. En ese marco, sostuvo que “ahora que los cimientos están firmes, es momento de empezar a ver los frutos del esfuerzo”.
Respecto al sector turístico, Milei destacó su potencial estratégico y aseguró que el país cuenta con condiciones únicas. “Argentina podría tener un sector turístico 20 veces más grande que el actual”, afirmó. Entre las ventajas comparativas, mencionó la riqueza natural del país, la diversidad gastronómica reconocida internacionalmente y el capital humano calificado.
Para que ese crecimiento se materialice, insistió en la necesidad de generar condiciones de estabilidad macroeconómica. “Todas estas oportunidades requieren inversión y trabajo. Para eso necesitamos que los inversores puedan planificar a diez, veinte o treinta años, sin el temor a crisis repentinas”, señaló.
En ese contexto, Milei volvió a proponer una serie de reformas estructurales, entre ellas, una reforma del mercado laboral, una reforma fiscal orientada a la baja de impuestos, y medidas para eliminar lo que denominó como “la industria del juicio”.
