Adorni calificó como “absolutamente escandalosa” la diferencia entre los resultados originales y los obtenidos en la nueva evaluación. “No hace más que confirmar lo que defendimos desde el primer día: en salud, el mérito y la idoneidad no se negocian”, aseguró.
Sospechas de fraude y fuerte operativo de control
El segundo examen fue dispuesto por el Ministerio de Salud tras detectar resultados anómalos y denuncias de irregularidades en la primera prueba. Entre los hechos investigados se encuentra un caso que generó gran repercusión: un médico extranjero fue denunciado penalmente luego de que se viralizara un video en el que se lo veía grabando el examen con anteojos equipados con una cámara espía. Se sospecha que enviaba las imágenes al exterior para recibir las respuestas mediante un auricular oculto.
Además, se detectó la existencia de grupos pagos de Telegram y WhatsApp, donde se habrían vendido las resoluciones y respuestas del examen.
Del total de 141 postulantes con resultados considerados irregulares, 117 se presentaron a la nueva evaluación, de los cuales 109 eran extranjeros. El examen se realizó bajo estrictas medidas de seguridad: se prohibió el ingreso de dispositivos electrónicos y se estableció que la nota original solo se mantendría si el nuevo puntaje no variaba más del 10%.
Uno de los aspirantes reconoció al salir que el examen había sido “más difícil” y anticipó que probablemente obtendría un puntaje menor al anterior. Su percepción terminó reflejando el resultado general: ninguno logró conservar su calificación inicial.