Durante casi un año, Sebastián vivió con tres familias balcarceñas, con quienes forjó vínculos tan estrechos que llegó a considerarlos su propia familia. Además, celebró sus 18 años en Argentina, una experiencia que, según sus palabras, quedará grabada en su memoria.
“El intercambio es como una montaña rusa”, explicó Sebastián con emoción. “Hay momentos difíciles, como cuando se extraña a la familia, pero también muchas sorpresas lindas. En esos momentos difíciles es donde más se crece”.
Recordó cómo llegó sin hablar español y con muchas incertidumbres, pero con el deseo firme de vivir una nueva cultura. “Hoy puedo entender y hablar con todos acá en Balcarce. Me llevo el corazón lleno del amor y la calidez de la gente argentina. Me trataron como un hijo”, destacó.También hizo referencia a algunas diferencias culturales, como la espontaneidad argentina frente a la planificación danesa, y resaltó que extrañará mucho las comidas típicas, como el asado, las empanadas y el arroz con pollo.
Para quienes estén pensando en vivir esta experiencia, Sebastian fue claro: “¡Háganlo! No es solo un año en la vida, es una vida en un año. Uno llega como un bebé, sin conocer el idioma ni las costumbres, y vuelve como una persona completamente nueva”.
Durante la rueda de prensa, se hicieron presentes el intendente Esteban Reino y el secretario de Gobierno Ricardo Stoppani, quienes se acercaron especialmente para saludar a Sebastian y desearle lo mejor en su regreso a Dinamarca. Su gesto fue recibido con gratitud por parte del joven y de los organizadores, como una muestra más del cariño que la comunidad local le brindó durante su estadía.
Desde el Municipio de Balcarce, se acompaña esta despedida y se celebra el intercambio cultural como puente de entendimiento entre pueblos. “A Sebastian, le deseamos un excelente retorno y que lleve consigo el cariño de toda la comunidad balcarceña”, subrayaron desde la comuna.