Según replicó el Ministerio Público Fiscal, en las primeras medidas se determinó que el hombre y las dos adolescentes provenían de Chivilcoy. Las jóvenes narraron en las primeras entrevistas que una de ellas había sido abusada sexualmente por el imputado días antes, que durante el itinerario las obligó a consumir cocaína y que al hacerlo les advirtió que “la iban a tener que pagar”.
En sintonía con el pedido que había hecho la fiscala federal Laura Mazzaferri, el titular de la Unidad Fiscal dictó la prisión preventiva por un plazo de 120 días para el imputado, exactamente dos días después de que el sujeto fuera detenido por el personal policial.
Los delitos que se le atribuyen al imputado son abuso sexual agravado por acceso carnal, coacción en perjuicio de las dos adolescentes, suministro oneroso de estupefacientes agravado por haber sido cometido con intimidación y en perjuicio de menores de edad, y trata de personas con fines de explotación sexual, agravada por mediar violencia y amenazas y aprovechamiento de las situaciones de vulnerabilidad de las víctimas.
El personal policial advirtió la angustia de una de las adolescentes y las separó del imputado. Una de ellas relató que el chofer la había abusado quince días antes en un hotel en Chivilcoy y que había obligado de forma violenta a ambas a consumir estupefacientes, bajo amenaza de bajarlas del camión y abandonarlas en la ruta.
El hombre fue interceptado en el control policial ubicado en el kilómetro 64,5 de la ruta 226. En esa ocasión los efectivos advirtieron la situación de angustia de una de las dos adolescentes que viajaban en el camión, quien instantes después pudo relatar lo que estaba sucediendo.
La interceptación del vehículo se produjo el jueves pasado a las 9.30 al advertirse que el camión circulaba con las luces apagadas y sin exhibir la chapa patente delantera. El conductor tenía la documentación para circular y, consultado por el vínculo con las jóvenes a bordo, relató que una era su pareja y la otra, su hija. La visible situación de angustia de una de ellas llevó a los oficiales a apartarlas del conductor y, si bien no portaban sus documentos, se logró determinar que eran menores de edad, de 17 años. El hombre, al igual que las jóvenes, es oriundo de Chivilcoy y viajaba a Mar del Plata para entregar un automóvil en un taller mecánico.
Tras una comunicación de las dos adolescentes con sus madres, la fiscalía constató -en esa etapa incipiente de la investigación- la situación de vulnerabilidad que las atraviesa y que pudo ser aprovechada por el hombre: consumo de drogas, abandono escolar, ocasional situación de calle, vínculos paternales conflictivos o ausentes y hermanos menores con discapacidad o gravemente enfermos, entre otras circunstancias.