Para optimizar la transitabilidad y prevenir el deterioro por factores climáticos, se están utilizando dos tipos de materiales: polvo de piedra en sectores donde es necesario reemplazar el polvo de tosca, y arena de cantera en caminos afectados por el movimiento de agua tras las lluvias.
Estas tareas forman parte del plan de mantenimiento vial que busca mejorar las condiciones de circulación y brindar mayor seguridad a los vecinos.