Los personajes son una familia de inmigrantes italianos que a su vez emigran de regreso a Roma. Con descendencia argentina educada en otras latitudes, revierte el fenómeno típico de nuestro país y señala inquietantes condiciones actuales que obligan a un retorno nada exitoso.
Esta familia tiene un restaurante romano, trattoria “La Argentina”, con platos típicos argentinos y padece (los viejos como holocausto de sus duras vidas) el desarraigo, la falta de dinero, la mordedura cotidiana del recuerdo, la humillación de la tarea menor y teñida de detestable pintoresquismo autóctono.
La falta de identidad, una nieta que dispara sus madrileñismos sobre el clásico lenguaje ítalo - criollo de padres y abuelos, en porteño cabal y otro nieto que intenta, teléfono mediante, hacerse entender en inglés desde Londres, completan un mosaico de notable agudeza, ternura y sentido crítico.