Fue en plaza Libertad donde muchos vecinos e instituciones volvieron a acercar objetos para ser reciclados.
La acción contó con la presencia de la directora del área, Wanda Marin, y la colaboración de promotores ambientales y de la Dirección de Espacios Públicos.
El fin de reciclar/recuperar los aparatos que se creen que ya no sirven más, es para colaborar con diferentes instituciones provinciales y cuidar nuestro ambiente
Del mismo modo, se destaca que cuando son arreglados por parte de los presidiarios-talleristas se donan a escuelas e instituciones en situaciones de vulnerabilidad en cuestión de recursos eléctricos y tecnológicos.
Las partes que no puedan ser recuperadas se envían a reciclar a otras plantas de cooperativas o empresas específicas, por ejemplo los plásticos y metales.
Marín señaló que es creciente el interés de la comunidad por esta iniciativa: “Es una de las campañas que más pide la gente por lo que nos damos cuenta que está muy concientizada en este tema. Les interesa guardarlos y esperar a que las hagamos”.
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Con respecto a cuándo será la futura realización de esta propuesta, la funcionaria detalló que “dependemos del turno que nos brinde el penal para ingresar los artefactos, incluso para esta ocasión, como estuvieron realizando ampliaciones, no pudimos hacer la campaña con anterioridad. La idea es a partir de estas ampliaciones que se han realizado ediliciamente y un orden general que produjeron, poder repetirla de manera más seguida”.
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