“El Gobierno tomó la decisión de liberar el sistema de pago en el transporte público; esto ocurre por supuesto en otras ciudades de del mundo, donde se puede abonar con el teléfono o tarjeta de crédito”, dijo Adorni, y sumó: “La [tarjeta] SUBE no va a dejar de existir, en tal caso, va a ser una de las opciones de los usuarios. Para nosotros sigue cumpliendo un rol clave para fiscalizar los servicios que prestan las empresas de colectivos y los gastos que realicen”.
El funcionario de la administración mileísta indicó que la medida “no solo significa simplificar un servicio que se creó hace quince años y sigue dependiendo de la carga en un kiosco, sino una federalización del sistema”.
Por el momento, se desconoce cuándo se pondrá en marcha el nuevo sistema ni qué medios de transporte serán los primeros en incorporar la facilidad de pagos que ya utilizan grandes ciudades como Londres, Reino Unido, o Nueva York, en Estados Unidos.
En otro orden de procesos de simplificación en el Estado, Adorni contó que el ministerio de Economía eliminó el control aduanero a un 36 por ciento de las operaciones de importaciones de varios productos que estaban dentro de lo que se denomina “el canal rojo normativo”. “Un proceso que generaba costos y demoras a las empresas importadoras; esto representa al 7% del total de operaciones de importación”, dijo.
Y agregó: “La medida impuesta por la gestión anterior suponía un selección arbitraria que alcanzaba a bienes textiles y productos como termos, calderas, entre otros, que ya pagaban un adicional establecido y cuyo costo se trasladaba a los consumidores”.