Así, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) decidió exceptuar “su intervención necesaria para la importación de repelentes de mosquitos durante 30 días “dado el contexto epidemiológico actual y el consecuente incremento en la demanda”, según confirmaron fuentes oficiales al medio La Nacion.
Los productos que entran en esta liberación son en el formato de aerosol, crema, spray y gel. Además, se sostiene que la excepción “regirá tanto para el régimen general (importadores con despachos a plaza) como para el régimen particular, de manera que las personas que quieran comprar dichos productos en el exterior podrán hacerlo a través del servicio courier (puerta a puerta) sin necesidad de efectuar trámites adicionales ante el Anmat”.
El Gobierno explicó que esta decisión “se simplificó desde el inicio de esta gestión con múltiples medidas”, a partir de la eliminación de las SIRA, las Licencias No Automáticas y el CEF, que abarcó a todas las importaciones”. Entonces, “se dispuso para estos productos una reducción del plazo de pago (desde el esquema de 4 cuotas a los 30, 60, 90 y 120 días) a una única cuota a los 30 días”.
Esta medida se suma a otra tomada hace algunas semanas a productos de la canasta básica: La suspensión del cobro del IVA adicional (20%) y la retención del Impuesto a las Ganancias (6%).
Según confirmaron, el levantamiento a las trabas responde más a una decisión sanitaria que económica, ya que tanto el repelente como el insumo para repelentes estaba dentro de la lista de 2900 productos con el régimen de importación por 120 días. “La Anmat resolvió que no va a pedir el certificado para importar. Entonces, al no necesitar el certificado, con una declaración jurada, se importa directamente, ya sea una empresa con un despachante de aduana o uno mismo a través del servicio puerta a puerta”, explicaron desde la Secretaría de Comercio.
Faltantes de repelente
Ante el récord de casos de dengue, la demanda de repelentes se multiplicó por tres o cuatro y la oferta disponible en los comercios no alcanza a ser cubierta por las tres principales empresas fabricantes, que concentran más del 90% de las ventas.
En los supermercados aseguran que están negociando con las principales marcas del rubro para incrementar sus compras, pero explican que no se trata de un efecto inmediato. “Hoy estamos vendiendo un 250% más de repelentes que en marzo del año pasado, con lo cual nos resulta muy difícil atender a toda la demanda”, explicaron en una cadena.
El mercado de los repelentes está controlado por la multinacional SC Johnson, que participa en este negocio con distintas marcas y presentaciones como Off (aerosoles y crema), Fuyi (aerosoles y tabletas) y Raid (tabletas). “Estamos realizando esfuerzos extraordinarios para abastecer a todos los puntos de venta y aumentar su disponibilidad, produciendo en la actualidad tres veces más de lo habitual y aprobando la venta de distintos formatos de envases para poder maximizar la producción. En comparación con el mismo período del año anterior, en febrero de 2024 registramos un crecimiento de más del 300% en la demanda de nuestros repelentes”, indicaron días atrás desde la compañía a través de un comunicado.
Además, hay otro inconveniente. Para producir repelentes es necesario un componente activo llamado DEET, que no se produce en el país, sino que es importado, principalmente desde Japón y China. Desde una cadena ya habían indicado en enero, cuando empezó a sentirse más fuerte el brote de dengue, que las trabas a la importación del gobierno anterior habían generado un problema de abastecimiento del activo, que impactó en la producción.
Ahora, desde la Cámara Argentina de la Industria de Productos de Higiene Personal, Cosmética y Perfumería (CAPA) indicaron incluso que hay un problema de faltante global del activo. El brote de dengue también afecta a países como Uruguay y Brasil, que también lo importan.