Es muy difícil analizarlo desde lo futbolístico cuando hay en juego tanto desde lo emocional. Lo planificado por los entrenadores tendrá que prevalecer por sobre los nervios y la ansiedad de un partido así, magnificado por tantos años sin jugarse. Pero Andrés Yllana y Mauricio Giganti lo sabían y, por eso, en la semana han hecho hincapié no sólo en lo táctico y estratégico sino también en lo mental. Que el rival será un plus, pero que no hay que excederse porque puede costar caro.
Los dos llegan después de resultados no esperados pero en una posición expectante y un arranque de torneo quizá por encima de las pretensiones. Pero este partido es un torneo aparte y hay que ganarlo. Porque dará tranquilidad para trabajar de cara a lo que viene y será un envión anímico inmejorable.
El Minella será una fiesta para la gente de Aldosivi. Alvarado vivirá la suya en su predio deportivo y todos deben entender lo que los protagonistas se cansaron de resaltar.Hay rivalidad, se quieren ganar y vale mucho más que los tres puntos, pero eso pasa adentro de la cancha, afuera todo tiene que ser en orden para que el clásico haya regresado para siempre. (0223)