La toma de Los Hornos comenzó al iniciarse el gobierno de Alberto Fernández y la intendencia de Julio Garro de Juntos por el Cambio. Fue la toma más populosa de la historia de la provincia y la más prolongada. Las autoridades locales no desalojaron a los ocupantes a pesar de denuncias de los vecinos del barrio por venta de drogas, prostitución, delincuencia y un gran negocio inmobiliario con los loteos clandestinos de las tierras. Las 200 hectáreas estaban en terrenos inundables pero, a pesar de eso, el gobierno provincial habría colaborado en la instalación del tendido eléctrico de los okupas.
Durante la pandemia, el gobierno de Alberto Fernández se desentendió del asunto, a pesar de que la toma se realizó en terrenos fiscales que dependían de su administración. Rápidamente, referentes opositores al kirchnerismo, realizaron la denuncia correspondiente en el juzgado federal platense. El juez que estaba de turno era Alejo Ramos Padilla que, finalmente, se declaró incompetente pues los terrenos dependían de Nación.
Allí apareció la gran ayuda del gobierno provincial de Axel Kicillof.
Durante el año pasado, el gobierno de la provincia de Buenos Aires, representado por Axel Kicillof, adquirió 100 hectáreas ocupadas por 483.900.000 pesos a pagar en cómodas cuotas al gobierno nacional de Alberto Fernández. El gobierno nacional le ofreció le entregó extensas tierras a Kicillof por menos de 420 mil dólares.
Fue la primera toma ilegal que la política "legalizó". En las últimas horas, la senadora provincial por Juntos por el Cambio, Florencia Arietto, accedió a la documentación completa. Por esa razón solicitó el desarchivo de la causa judicial y que respondan las autoridades políticas pues, la justicia de la provincia de Buenos Aires no puede mirar para otro lado: Se gastaron 483 millones de los bonaerenses.
