El Mago Harry: treinta años despertando alegría e ilusión en grandes y chicos

Los espectáculos del «Mago Harry» siguen despertando la imaginación de muchos niños y adultos desde hace 30 años. Un 20 de agosto de 1994, Marcelo Requena comenzó, casi sin proponérselo, un viaje cargado de ilusiones y despertando sonrisas y asombro en todos los lugares que visitó. Hoy nos cuenta cómo fue su primer contacto con la magia, su vínculo con los más jóvenes y su amor por el arte de la ilusión, que lo atrapó desde muy pequeño. «Este año me veo cumpliendo mi 30° aniversario con la magia y hoy, particularmente, festejando el día Internacional del mago», explicó Marcelo Requena a El Diario, el «Mago Harry», como se lo conoce popularmente en nuestra ciudad.

EL NIÑO QUE CREÍA EN LA MAGIA

Marcelo, balcarceño por adopción, nació en Lanús y desde muy pequeño se vio atraído por el arte de la magia y la ilusión. «Me gustaba mucho ir a los circos, recuerdo que mi viejo me llevaba al circo Tihany o Rodas en Mar del Plata y siempre me quedaba fascinado con los números de los magos. Me atrapaba mucho la magia musical en el escenario, sobre todo un truco en particular. Era una bola espejada que flotaba en un pañuelo, ‘la bola zombie’ se llamaba. Primero el mago mostraba un pañuelo vacío, sin nada de ambos lados, y de pronto lo levantaba y aparecía una pelota que cobraba vida, subía, bajaba, se escondía, eso me llamaba mucho la atención. Así con tantos trucos, como por ejemplo cuando hacían aparecer palomas o conejos de una galera, que yo en algún momento usé pero ya no, son elementos que ya no se utilizan, hoy se los reemplaza por peluches», relató.

Otro show que atrapaba la atención del pequeño «Harry» eran los cortos televisivos «Manos mágicas», que se emitieron por primera vez en nuestro país en el año 1967. «Eran cortos en blanco y negro en donde aparecían dos manos con guantes blancos que hacian magia, estaba muy bueno», añadió.

SOS UN MAGO, HARRY

Su primer contacto con la magia fue en una temporada en Pinamar, allí Marcelo conoció a un mago que estaba haciendo temporada en la playa, quien al enterarse que el balcarceño tocaba la guitarra, lo invitó a uno de sus shows para que lo acompañara con su música. «Me hice amigo de ese mago y lo acompañé a hacer una gira por Buenos Aires como su asistente. El tema de la magia siempre me gustó desde chico, pero aquella fue mi motivación para empezar. Aquel día en la playa, vi como la gente quedaba atrapada con esos espectáculos de magia con elementos cotidianos como una moneda o un billete, eso me parecía muy divertido y además no requería demasiada preparación», comentó «Harry».

«Con el tiempo fui incorporando elementos y estudiar, en esa época no había internet, y era difícil conseguir libros para instruirse. Empecé a juntarme con otros magos en el Club Quilmes de Mar del Plata, con ellos empecé a aprender un poco más acerca de este arte. En paralelo empecé a incursionar en la globoflexia, de forma autodidacta. Seguí estudiando hasta que en una de mis vacaciones conocí a un mago que trabajaba con Emanuel y además tuve la posibilidad de perfeccionarme dos meses en Buenos Aires, siempre viajando», continuó.

A partir de ahí empecé a armar mis propios espectáculos en Balcarce, el primero de ellos fue «Harry y su maestro» en el Teatro Municipal. «Yo era Harry y mi maestro era el mago Abel Martínez, quien me bautizó con ese nombre artístico. Me mantuve estudiando y participando de congresos y convenciones de magia, siempre en contacto con muchos magos quienes me han ayudado a mejorar mi técnica. Entre ellos ‘Pepito’ Cambareri, un gran mago de Balcarce, de quien me hice muy amigo, me enseñó acerca de la cartomagia», indicó Requena.

«La mayoría de los espectáculos que hice en el Teatro fueron a beneficio de otras instituciones, siempre que me han solicitado para determinado evento siempre trate de ir. Luego de mi jubilación como docente, la magia pasó a ser mi medio de vida, en lo que puedo colaborar lo hago, pero es hoy un trabajo para mí y cada espectáculo y sus elementos tienen su costo».

Marcelo cuenta que tuvo la oportunidad de compartir experiencias con la magia fuera de Balcarce. «Fui invitado a un congreso que era muy importante para Argentina, llamado «Argenmagia», en el teatro Atlántida en Buenos Aires. Allí me invitaron a hacer una de mis réplicas de autos con globos, que estuvo todo un fin de semana adentro del teatro. En ese tipo de congresos participás junto a muchos magos de todas partes del mundo, siempre se juntan más de 40 países y eso te abre muchas puertas que te permite conocer gente que de otra manera no lo harías por un tema de distancia».

SU RELACIÓN CON LOS MÁS CHICOS

Su primer show en Balcarce fue en la Escuela Nro. 10 gracias al contacto de una docente, a partir de ahí comenzó a animar fiestas para niños, empezando por la hija de aquella maestra. «Mi contacto con los niños es como una relación entre pares, yo no considero que hago magia para adultos, sino con cosas que para ellos son representativas, con distintos personajes o elementos que llaman su atención. Todo esto llevó un proceso de aprendizaje para saber qué cosas les interesan a los chicos a determinadas edades, o a que edad empiezan a desconfiar de ciertos efectos de la magia», señaló el mago.

«Es un público muy exigente, porque así como te regalan su aplauso y su ovación, algunas edades te demandan más profesionalismo. Por una parte, como mago tengo que renovar los juegos porque el factor sorpresa es lo principal que tiene que tener cualquier show y tengo que mantener la atención de los chicos. Pero por otra, quieren que repitas los trucos constantemente y eso los mantiene enganchados. Con 30 años en la magia ya han pasado dos generaciones de público, muchos padres que fueron mi público cuando yo empecé llevan a sus hijos a mis espectáculos o me contratan para algún cumpleaños».

En paralelo Marcelo trabajaba como docente en la Escuela de Educación Secundaria Técnica Nro 1, institución que fue su casa durante mucho tiempo. «Nunca dejé mi trabajo por la magia, siempre fue una actividad alternativa por elección», indicó Requena, quien tránsito su últimos años como docente en la Escuela de Educación Especial Nro 502. «Me especialicé en la magia infantil, que era lo que siempre me gustó, además estaba vinculado a mi trabajo como docente», agregó.

FNA Y PRÓXIMOS PROYECTOS

Durante todo este fin de semana, el «Mago Harry» llevará su tradicional stand de magia a la plaza Libertad, para que los más chicos, y también los grandes, puedan disfrutar de su show de magia. «En cada edición de la Fiesta del Automovilismo trato de estar presente con mi stand vendiendo globos o realizando alguna atracción. Este año va a ser difícil realizar un show por el clima, el calor deteriora los globos por lo tanto no duran mucho, por eso voy a estar preparando otro tipo de atracción para los más chicos», dijo. En otras ediciones, el mago «Harry» construyó réplicas de autos emblemáticos con globos, como por ejemplo «La coloradita» de Juan Manuel Bordeu.

«Todos los años hago espectáculos en el Teatro para estar vigente, porque todos los años hay chicos que ingresan al sistema educativo y no me conocen. Me llaman de diferentes jardines de infantes para hacer shows por el día del niño o diferentes eventos. Este año en particular tengo muchas propuestas y desafíos, seguramente voy a dar algún taller de magia, de globos y decoración».

Por último, el mago Harry contó qué significa la magia en su vida. «La magia transporta al adulto a ser un niño otra vez, a llevarte a ese momento de tu infancia. Es crear un momento de esparcimiento y diversión entre todas las pálidas que tenemos que escuchar todos los días. Me considero un entretenedor y lucho por eso».

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