Un interesante primer tiempo logró construir el Xeneize. Un disparo de afuera de Nicolás Figal anticipó un arranque promisorio local, que era protagonista pese a no hilar los metros finales. Un tiro desviado de Luciano Ferreyra sacudió la modorra y les recordó a los de Jorge Almirón que todavía estaban en cero.
Hasta que a los 27 minutos el conjunto de La Ribera encontró el camino de arco a arco, con una jugada de 13 pases que terminó con la asistencia de Cristian Medina hacia la derecha para Exequiel Zeballos, quien batió a Ramiro Macagno con un toque por sobre su salida.
El complemento arrancó a pedir de Boca cuando, en otra buena asociación colectiva, el Changuito Zeballos envió un centro pasado desde la derecha para que Edinson Cavani se estrenara en las redes con la azul y oro anticipando de cabeza a Macagno a los nueve minutos. Pero poco después, el Calamar mostró que seguía vivo cuando Nicolás Morgantini recibió un rechazo, se acomodó y puso el balón bajo y a la izquierda de Javi García.
Los titubeos de Boca llegarían después, cuando no pudo volver a tomar el pulso del partido y, con la diferencia mínima, dejó vivo a su rival hasta el final. Incluso, el ingresado Mateo Pellegrino obligó a trabajar a García y se vislumbraba un final abierto. Pero ya en el descuento, a los 48, Cristian Medina la rompió con un disparo a colocar en el ángulo derecho del arquero tras recibir solo del ingresado Darío Benedetto. Otro golazo para terminar, más tarde que temprano, con cualquier cuota de suspenso.
Tras el pitazo de Fernando Espinoza, Luca Langoni, que había entrado por Zeballos, se deshizo en lágrimas porque sintió padecer una lesión muscular tras una serie de afecciones similares. Punto de preocupación a la espera de novedades para un chico al que las dolencias lo vienen persiguiendo.