La EEST Nº1 festejó sus 70 años con un emotivo acto

El gimnasio estaba colmado, allí confluían cientos de personas entre directivos, exdirectivos, alumnos, exalumnos, profesores, exprofesores y más.

No era una ocasión más, era especial, ya que 70 años no se cumplen todos los días y mucho menos para una institución educativa como la Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº1 o como muchos la conocen “El Industrial”.

Fue el 5 de mayo de 1953 que abrió sus puertas en una antigua sede, para luego trasladarse a la Av. Cereijo (31) entre 28 y 30 donde actualmente está emplazada.

Y dentro del gimnasio de la institución, se concretó un acto alusivo y que señaló además el inicio de muchas otras actividades que se darán durante el año.

En el inicio del acto, habló en primera instancia la directora de la escuela, Silvina Finamor y expresó: “Sentimos mucha emoción al vernos acompañados por tanta gente. Más allá de las ideas que pude haber escrito para compartir, resulta muy difícil poner en palabras algo que siempre decimos al ver a nuestros alumnos que son la historia viva de la escuela.

Como se hace cuando uno cumple años y nos vestimos de fiesta e invitamos a amigos a familiares y a seres queridos, del mismo modo la escuela se preparó para festejar y compartir con todos los que se acercaron a vivir este momento.

Encuentro en la mirada de docentes, directivos, excompañeros, una infinidad de anécdotas y de recuerdos y también por los que no están que también pasaron por la escuela en estos 70 años de vida.

A lo largo de estos 70 años, la escuela, como todas las instituciones se ha ido transformando. El dinamismo es parte de la vida y de los que formamos parte de los equipos de conducción el gran desafío es lograr dar respuesta a las demandas actuales en un mundo cada vez más complejo en el que la escuela no puede quedar afuera. Esto nos interpela en lo cotidiano, no solo en las decisiones que se toman, sino en cómo se toman. Y haciendo un análisis entre el pasado y el presente, hoy la democratización es una parte constitutiva de nuestra vida institucional. Con eso no quiero decir que antes no lo haya sido, digo que seguramente quienes nos precedieron debieron afrontar otras problemáticas, otros desafíos no menos importantes para ese momento pero que fueron en contextos diferentes.

Un detalle que no es menor, es la gran cantidad de alumnas provenientes de las distintas escuelas primarias que actualmente eligen la formación técnica. Esto da cuenta de un cambio de paradigma que pone el acento no solo en la igualdad de género de la que tanto se habla. Sino de lo que es más importante, a mí criterio es la igualdad de oportunidades: la misma y a modo autoreferencial, me brindaron a mí hace algunos años quienes estaban en el equipo de conducción y me dieron la posibilidad de formar parte de este equipo y les agradezco además a quienes me acompañan en la actualidad.

Como una institución activa, abierta y con objetivos claros, hoy la escuela valora profundamente el legado de sus fundadores y su pasado. También proyecta sus acciones en permanente vínculo con la comunidad. Se trata de contribuir a la memoria histórica de nuestro presente. La tarea no es sencilla, por ello, es tiempo de agradecimientos, no solo para los que estuvieron, sino para aquellos que se sumaron a nuestra invitación: exdirectivos, exalumnos, exprofesores, expreceptores, pero también es tiempo de agradecer a los que estamos actualmente. Agradecer a los estudiantes y sus familias por confiar en nuestro proyecto institucional y también darle las gracias a los más de 200 docentes de los distintos campos de la formación y demás cargos permanentes que comparten la labor diaria.

Agradecer por la entrega, el compromiso, el afecto, y la misión de aportar a la educación. Lo más importante es engrandecer día a día a la única escuela técnica que hay en el distrito ¡Feliz aniversario!

Exdirector

José “Pepe” Alessio fue director de la EEST Nº1 y como tal, dio su discurso durante el acto: “La escuela técnica, el ‘Indu’ como todos lo conocemos es un establecimiento distinto, donde permanecemos mucho tiempo y hablo desde mis comienzos cuando fui alumno, transitando los talleres, las aulas, y eso hace que tenga un sentido de pertenencia distinto a cualquier otra institución: uno se siente parte desde el primer día que entra acá.

Tengo recuerdos de izar la bandera por última vez en la sede anterior de la escuela y volver a hacer lo propio en la nueva sede y son recuerdos que a mí me quedan para toda la vida. En 1983 egresé, me fui a estudiar 5 años y las cosas de la vida se van dando a veces por casualidad y de la mano de Juan José Foglia volví como profesor. Fueron 26 años ininterrumpidos en esta institución como profesor, secretario y director.

En 2015 me jubilé pero igualmente seguí en la escuela, porque continúo participando de la cooperadora, continuamos realizando eventos y demás.

Por suerte la escuela está creciendo día a día y me alegra muchísimo.

Exprofesores

A su turno, Guillermo Pereyra y Fernando Comas, que se desempeñaron como profesores de la institución durante más de 25 años, manifestaron: “Fuimos alumnos en esta escuela y le tomamos mucho amor y es algo que quizás nos caracteriza a todos los exalumnos, es ese cariño por esta institución, el haber formado parte de ella, esa señal de familia, de esfuerzo y demás.

Estos 70 años reflejan la necesidad de nuestra sociedad de tener técnicos en distintas áreas que le pueden aportar a la ciudad, las herramientas de un trabajo para poder desarrollarse”, señaló Comas.

Y agregó Pereyra: “Estuve pensando en qué decir y en encontrar las palabras, porque no es lo mejor que hago y me puse a reflexionar que en los 70 años de la escuela, yo estuve 36 y en definitiva lo que tengo para decir es que la escuela a mí me dio todo. Yo no pienso en ‘ex’ no lo digo nunca porque el que fue alumno de esta escuela hasta el último suspiro va a seguir siéndolo tenga la edad que tenga”.

Exalumnos

Seguidamente llegó el momento de Mario Mitidieri y Antonio Colavita, que fueron estudiantes en la institución: “Queda un común denominador de que la Escuela Técnica es distinta y así lo sentimos, porque es el día de hoy que con nuestra promoción con la que tenemos un vínculo muy presente, nos contamos las mismas anécdotas de siempre. Es algo que nos brota, es un ADN que lo tenemos adentro”, comentó Mitidieri y Colavita añadió: “Hay algo que nos deja la Escuela Técnica, es que nos modifica el ADN, el haber pasado por esta institución nos deja marcados. Nosotros somos del 1975, entramos con una democracia y un día llegamos a la escuela y nos dijeron: ‘volvete a tu casa porque hay un golpe de Estado’. Cuando egresamos nos fuimos a una guerra, a la de Malvinas y de la Escuela Técnica entramos niños y nos vamos hombres.

Realmente fue una etapa muy linda, tengo los mejores recuerdos de la escuela, me formó, soy lo que soy gracias a ella”, finalizó.

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