Herminia Ridao, responsable de la comisión normalizadora de la institución, contó que en las últimas horas llegó la notificación del embargo y aseguró: “Tenemos la voluntad de pago, pero nos resulta muy difícil recaudar ese dinero. Por eso pedimos la solidaridad y voluntad de toda la comunidad para que nos ayude a salir de esta situación”.
“Durante la pandemia se demoró la presentación de algunos papeles y eso hizo que tuviéramos que afrontar este proceso de normalización. Por este motivo es que no recibimos ningún subsidio y es la CONABIP la que nos ayuda a afrontar las obligaciones mensuales. Actualmente los ingresos de la biblioteca son las cuotas de los socios”, agregó.
Y concluyó: “Necesitamos del apoyo de todos los vecinos para que nuestra institución no desaparezca”.