Detienen a cuatro policías acusados de torturar a dos adolescentes en un descampado

Cuatro efectivos de la policía bonaerense fueron detenidos y desafectados hoy en la ciudad de Mar del Plata, acusados de torturar a dos adolescentes de 14 y 16 años, a quienes interceptaron y trasladaron a un descampado en el que los golpearon, amenazaron y simularon que iban a ejecutarlos, mientras filmaban toda la secuencia, informaron fuentes policiales y judiciales.

Los policías, identificados como Ariel Estévez, Vanesa Cano, Jonathan Cabrera y Micaela Estigarribia, quienes se desempañaban en la comisaría 6ta. de la localidad balnearia, fueron imputados por el delito de "privación ilegítima de la libertad agravada y torturas".

Según la investigación del caso, a cargo del fiscal Juan Pablo Lódola, titular de la Unidad Fiscal de Instrucción 12 de Mar del Plata, los efectivos interceptaron y torturaron a los dos menores en la noche del último sábado 17, en la zona oeste de ciudad, y los liberaron tras simular "una ejecución".

De acuerdo a la causa, Cano y Estévez detuvieron en Berutti al 9000 a los adolescentes, a quienes pidieron "que coloquen las manos contra el capot del vehículo oficial" con el "pretexto de identificarlos", y minutos después llegó al lugar un segundo móvil, en el que se desplazaban Estigarribia y Cabrera.

Según el expediente, "sin mediar palabra, Cabrera le propinó un golpe de puño" en la boca al joven de 14 años, y luego Estévez sacó su arma reglamentaria y se la apoyó en las costillas, "al tiempo que le ordenó que no gritara porque de lo contrario, lo iba a matar".

Luego fue Cabrera quien "extrajo su arma reglamentaria e hizo lo propio sobre la cabeza" del adolescente, "comenzando a gatillarla", mientras que Estigarribia intentó colocarle el arma de fuego provista por la fuerza policial en la boca" y le ajustó "las esposas en forma violenta a ambos menores".

Los adolescentes fueron trasladados luego a un descampado ubicado en Strobel al 10500, mientras Estigarribia decía "ahora van a ver cómo los matamos y nadie se enteró, dos más no me van a hacer nada".

La causa estableció que, una vez en el terreno, el menor de los jóvenes fue obligado a "ponerse de rodillas" y a pedirle "perdón a Estévez", quien a su vez "le colocaba el arma en la sien izquierda procediendo nuevamente a gatillar".

De acuerdo a la investigación, otro de los efectivos le advertía en ese momento al chico: "Te vamos a enseñar a respetar, porque los que mandamos somos nosotros". En tanto, Cabrera "le golpeaba la nuca constantemente para que baje la cabeza a modo de sumisión" y "Estigarribia le propinaba cachetadas" en la cara mientras "filmaba toda la escena".

En paralelo, al otro menor "lo mantenían" en otro de los móviles, "para que perciba la situación con el fin de amedrentarlo", mientras Estévez "le propinaba patadas y pisadas sobre las piernas" y lo amenazaban con matarlo.

Tras hacer descender al mayor de los adolescentes del otro patrullero y colocarlo "de rodillas" junto al menor, "los dos oficiales de sexo masculino les ordenan que se levanten" a ambos, y Estévez indicó con una escopeta en la mano que "empiecen a correr", mientras aseguraba: "Tienen tres segundos, tres, dos, uno".

La escena fue descripta en la causa como "si se tratase de una ejecución mortal, lo que hizo que los menores corrieran atemorizados a campo traviesa en el intento de ser alcanzados por los proyectiles de goma".

"Con ese mecanismo tortuoso, el personal policial interviniente en un procedimiento ilegítimo por donde se lo mire, procedieron a aplicarle tormentos físicos y sufrimientos psíquicos de gravedad a los menores", indicó la jueza de Garantías Rosa Frende al ordenar la detención de los cuatro acusados.

La investigación del hecho se inició luego de que la madre de uno de los menores denunciara la misma noche del 17 que su hijo se encontraba herido tras haber sido golpeado por policías.

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