Como cada año, renovaremos el repudio al golpe cívico-militar de 1976, que interpretando los intereses del capital financiero y de poderosos sectores minoritarios, produjera el gran endeudamiento y la desindustrialización del país, y el empobrecimiento y la desocupación del pueblo argentino, en el contexto del oscurantismo y de la más feroz y sangrienta represión, constitutiva del terrorismo de Estado.
Conscientes de que “Recordar es vivir y mantener vivos a los muertos y los sueños que tuvieron”, con el debido distanciamiento social, a 45 años del golpe genocida, continuaremos plantando memoria y reafirmando que ¡¡Son 30.000!!