La decisión tomada, entonces, era inevitable: la entidad que nació en 1926 y diez años más tarde creó el Hogar, cerrará sus puertas.
En todo este tiempo, su vigencia fue producto del espíritu filantrópico y del sentimiento solidario para cobijar a aquellos hombres y mujeres de la tercera edad en soledad, desamparados por el destino o por alguna otra cuestión familiar que no les permitía tener asegurado su bienestar.
La acuciante situación económica, para nada desconocida, llevó a la comisión directiva de la institución a decidir su cierre, el cual se hará de manera prolija y tomando todas las medidas y recaudos necesarios para que los algo más de 30 abuelos continúen recibiendo asistencia.
Asamblea Extraordinaria
La comisión que preside Argentino Lucero llevará a cabo el próximo jueves 4 de marzo, en la sede del Club Jubilados Unidos, una asamblea extraordinaria con los socios. En su transcurso se tratará, de un acuerdo al orden del día, la aprobación del balance correspondiente al ejercicio 2020, el cierre de la institución y las situaciones de los residentes y del personal.
En un breve contacto con este medio, Lucero indicó que en las próximas horas se difundirá un comunicado explicando aspectos que hacen a esta decisión dolorosa. “Económicamente se hace insostenible continuar. Por eso se decidió esta medida y avanzaremos como corresponde, de manera prolija y responsable, en cada aspecto”, expresó con dolor.
Habría ocho abuelos sin familiares que ya tendrían un lugar de residencia asegurado mientras con los restantes en las próximas horas se concretará una reunión con sus allegados. También estaría avanzando el acuerdo con el personal -más de 20 personas- en cuanto a su desvinculación. El cierre de la institución se producirá los primeros días de abril.
El aporte generoso y espontaneo de los balcarceños permitió que la Sociedad Damas de Beneficencia pudiera sostener el Hogar de Ancianos pero los vaivenes económicos hacen imposible su continuidad a pesar de los innumerables esfuerzos por torcer aquella realidad. Por eso la decisión, dolorosa por cierto, se tuvo que tomar.
En cuanto a la amplia sede de calle 16 y 7, transcendió que sería donada al Hospital Municipal Subzonal de acuerdo a lo que establece el estatuto.