Una de las vÃctimas, de 29 años, posee varios antecedentes por infracción a la ley de drogas y sufrió una herida en una pierna, mientras que su amiga de 24 fue atacada en la cabeza. Ambas lesiones no revistieron gravedad según la evaluación realizada por los médicos del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA).
La primera versión de lo ocurrido, desprendida de los dichos de ambas mujeres trans, describe un intento de robo en la esquina de Luro y Chile. Esa intersección es reconocida como uno de los puntos de mayor venta de estupefacientes en la zona roja de la ciudad. En su breve declaración sostuvieron que dos hombres se les aproximaron y a punta de cuchillo le exigieron la entrega de todo lo que llevaban encima.
Frente a esa situación las dos vÃctimas intentaron defenderse y fue entonces cuando sufrieron las lesiones punzocortantes. Los agresores se dieron a la fuga sin cometer ningún robo.
Por sus propios medios las dos heridas se trasladaron hasta el HIGA donde ingresaron a la guardia y recibieron las atenciones necesarias para, poco después, ser dadas de alta.
Esta agresión se produce en un contexto en el que la zona roja vuelve a distinguirse como un foco de conflicto en la ciudad. La actividad de ofrecimiento de servicio sexual callejero, como pantalla de la venta de estupefacientes, suele tener altibajos por efecto de distintos factores. En los primeros meses de pandemia y ASPO el flujo de compradores habÃa, naturalmente descendido, pero conforme fueron produciéndose aperturas y flexibilizaciones el negocio volvió a fluir.
Uno de los aspectos problemáticos detectados por quienes investigan la situación allà es la violencia que deviene del merodeo de consumidores, muchos de los cuales intentan obtener estupefacientes sin dinero o con poco. Pero a la vez se ha observado una baja en la calidad de la cocaÃna, estiradas con sustancias como el bicarbonato de sodio. Esto provoca el reclamo posterior de los compradores y se transforma también en un motivo de violencia.
La comisarÃa distrital cuarta, tras tomar conocimiento de las lesiones de ambas vÃctimas, inició una investigación por “averiguación de ilÃcito”.
