Ante ello, dos efectivos de la DDI emprendieron su persecución a bordo de un automóvil Fiat Siena, sin identificación policial, ni sirena.
Al no acatarse la orden de detención del rodado, uno de los uniformados efectuó tres disparos. Uno de ellos impactó contra un neumático, otro sobre el caño de escape y un tercero dio en la estructura del vehículo de la persona perseguida.
Curiosamente, el automóvil en el que circulaba el personal de la fuerza se despistó y terminó su marcha en una zanja de Avenida Caseros y 29. El conductor del Fiat 147 logró escapar, pese a la antigüedad y características de su vehículo.
Contrariamente a lo informado en algunos medios de comunicación, y conforme surge de información confiable recabada por “Infórmese Primero.com.ar”, el conductor del vehículo perseguido no habría efectuado ningún disparo y no habría exhibido ni portado arma alguna.
Pocos meses atrás, uno de dichos efectivos de la DDI también disparó su arma reglamentaria. Lo hizo contra un joven integrante de la colectividad gitana en calle 13, entre 16 y Gonzáles Chaves, luego que éste ejecutara una nueva versión del “cuento del tío” a una vecina.
Trascendió que la familia del conductor perseguido radicaría en las próximas horas una denuncia penal contra los efectivos de la DDI por lo que calificaron como “abuso de autoridad”, atentos al riesgo que habría corrido la vida del conductor perseguido.
